jueves, 30 de diciembre de 2010

Deer hunting with Jesus

Deer hunting with Jesus: Dispatches from America´s class war
Autor: Joe Bageant
Three Rivers Press 2007. 273 pág.

Un mero vistazo a este blog puede dar una buena idea acerca de mi pasión por la lectura. Terminar un libro es para mí un placer. Una buena razón de ello es que tengo la ocasión coger otro libro y, a menudo de manera inmediata, comienzar a leerlo. Ahora, por ejemplo, me estoy leyendo uno acerca de la Batalla del Mar de las Filipinas cuando hace poco me he terminado el que voy a reseñar ahora. Este ensayo sobre esta poco tratada batalla de poortaviones comienza con un prólogo de un tal Christopher Coonts que no se quién es ni que coño hace (aparte de escribir prólogos). Me han llamado la atención estos párrafos de inicio. El autor de los mismos recuerda los tiempos en los que los Estados Unidos eran el "arsenal de la democracia" y se pregunta con cierto resentimiento que sucedería ahora si la intervención americana fuera requerida de nuevo para defender el "mundo libre" de una tiranía opresora:

[...]where are the electricians, welders, and steel going to come from to build more ships?. Where will we get tanks, uniforms, rations, and weapons to equip our troops to fight our battles?. Who will build the planes to launch and fight from aircraft carriers, if we still have any of those?[...]

El prólogo refleja una realidad de la que los propios estadounidenses son muy conscientes: exceptuando alimentos, los Estados Unidos de América no produce muchísimas de aquellas cosas que consume. Y no me refiero únicamente al petróleo y otras materias primas, sino, a diferencia de los E.E.U.U. de la Segunda Guerra Mundial, ni siquiera producen manufacturas.

No creo que la situación sea tan grave, pero explicar las razones que tengo para pensar así está fuera del tema de este post. Así que otro día lo trataré... espero.

Estados Unidos. Es un gran país. Impresiona... y acojona un poco.

Siendo un ensayo, Deer hunting with Jesus también cuenta una historia. Su autor salió hace 40 años de un pueblo en lo profundo del estado de Virginia, y conoció el mundo. Al volver, en el 2004, se sorprendió de ver como todo había cambiado, a peor, para aquella gente a la que conocía. Las clases baja y media-baja no sólo no vivían igual que antes, sino que vivían bastante peor que al abandonar el poblacho. Este libro, que comprende una serie de 8 artículos, trata de explicar cómo y por qué ha sido así. Es también una denuncia de la situación, los factores, y agentes que han conducido a la misma.

La tarea ha sido resuelta con éxito, a mi entender. Finalizada la obra, comprendo mejor la realidad de ese gran país. El libro es un retrato de una capa social de E.E.U.U. que temo que pocas veces ha sido retratada de manera adecuada. Joe Bageant lo consigue gracias a:

a) Su procedencia del mismo estrato social que retrata. Conoce a la gente. Les entiende.
b) Su ausencia de 40 años del lugar del crimen: el pueblo de Winchester. Le permite comparar directamente el antes con el ahora, sin el velo de la implicación directa en los cambios.

Entre las cosas más interesantes que he aprendido está la importancia de cierto grupo de "potentados locales" - equivalentes a nuestros caciques - en la constante campaña de apoyo al reaccionarismo político. Estos "middlemen" tienen una importancia crucial en el panorama político norteamericano, y da sentido a la movilización de voluntarios de la campaña electoral de Obama como un intento de hacer llegar directamente a los votantes un mensaje diferente al del reaccionarismo.

El libro me ha abierto los ojos sobre la peligrosidad del integrismo religioso americano. No son sólo una panda de chalados contentos con predicar su palabra. Son una panda de chalados con un programa político que están decididos a imponer. A la luz de este conocimiento, la anunciada apertura de un "Parque temático del Creacionismo" en Kansas (con una reconstrucción en tamaño real del arca de Noe, siguiendo las indicaciones que aparecen en la Biblia) y el aval que ha recibido del gobernador del estado deja parecerme tan cómico.

Otra parte importante es la que habla la sanidad. No sabía que el 80% de los hospitales de Estados Unidos fueran "non-profit", algo que se puede traducir como "de beneficiencia" (ya se que Ringard no estará de acuerdo). Con tanta beneficiencia, parece raro que la cobertura sanitaria en Estados Unidos sea tan notoriamente lamentable. La verdad es que se trata de una "beneficiencia" calculada para no pagar impuestos y arrinconar a un cierto sistema de hospitales públicos (Medicare) que se establecieron hace tiempo.

También es llamativa la defensa que el autor hace del derecho de posesión de armas que disfrutan los ciudadanos de Estados Unidos. Es francamente convincente. Aunque sigo pensando que un tío que compra un arma semiautomática con cargadores de 30 balas no tiene pensado ni cazar ni defenderse de nadie, tiene pensado cargarse a alguien de manera bastante activa y está abusando del derecho que le provee la 2ª enmienda. Lo que el autor critica realmente son las campañas de control de armas llevadas a cabo de manera esporádica por el progresismo bien intencionado y mal dirigido. Un control más limitado, que se ciña a las armas "de asalto" como la que he citado podría tener más éxito.

No todo es perfecto. En ocasiones el señor Bageant no puede evitar ser algo emotivo (en inglés creo que se diría emotional) acerca de los temas que trata. Se nota un tono de rabia por la penosa situación de aquellos a los que retrata, y su perorata acerca de la épica saga de los "Scot Irish" (Irlandeses escoceses) está fuera de lugar y exagerada en sus consecuencias sobre la situación actual.

Aún con eso, la situación general que pinta Bageant en su obra parece bastante acertada. El libro no es el pináculo de la verdad, y hasta contiene unos juicios de valor. Sin embargo, ayuda a entender a ese gran país.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Operación Puente 2010

El último puente de la Constitución muchos lo pasaron de viaje. Yo lo pase - entre otras cosas - jugando. En un principio no tenía pensado escribir nada acerca de la experiencia. Yo y unos amigos estrenamos el Sword of Rome y el Here I Stand. En lugar de lanzarme a escribir inmediatamente después de las partidas tenía intención de escribir reseñas en condiciones tras unas cuantas partidas, lo cual puede tardar meses. Sin embargo, no tengo muchas otras cosas acerca de juegos sobre lo que escribir recientemente - menos un par de reseñas que tengo medio pensadas, tal vez - y la idea principal de un blog ,es la de "log": un diario o recolección de experiencias recientes. Por ello, voy a trasladar a este medio mi reciente experiencia de juego, sin que ello sea obstáculo para cambiar mis opiniones luego con unas reseñas u otros comentarios.

El sábado 4 de diciembre se estreno el Sword of Rome. Después de explicar las reglas, y con una pausa para comer, la partida se prolongó entre 8 y 9 horas en las que jugamos 7 turnos. Participamos 5 jugadores. Es decir, incluyendo a Cartago como jugador. Yo jugué con los Etruscos y Samnitas, porque considero que es el bando más complicado y sería demasiado duro para cualquier jugador novel. Mis sospechas se confirmaron en el primer turno, en el que los etruscos comenzaron a quebrarse entre los galos al norte y los romanos al sur. Conseguí salvar la situación al comienzo del turno 2 jugando un evento (Gran Coalición) que forzaba una alianza entre Etruscos, Samnitas y Galos. A partir de ahí el jugador galo perdio interés en el juego y se declaró aliado automático mío en los siguiente 5 turnos. De esta manera conseguí concentrarme en el romano y, aprovechandome algo de su inexperiencia y mi alianza contra-natura que me cubría las espaldas,le robe un par de puntos de victoria.

En el sur griegos y cartagineses desarrollaron una guerra total en la que el griego ganaba al inicio, luego fue el cartaginés quién llevaba ventaja, y para el turno 7 se había llegado a una especie de empate en la situación, que no en el marcador. El griego había alcanzado 9 puntos y había hundido a Cartago en los 2 ó 3 puntos.

Mis primeras impresiones de este juego son un tanto ambivalentes. Por un lado es divertido juntarse 5 oponentes en un todos contra todos. La caracterización de los bandos (romanos, cartagineses, galos, griegos y etrusco-samnitas) está muy bien lograda mediante unos mazos indidualizados que tienen pocas cosas en común entre ellos. El mazo galo le permite a este hacer cosas que no puede hacer ningún otro, y sucede lo mismo con cada uno de los otros bandos. Resulta hasta hermoso. En el aspecto negativo esta el sistema de resolución de combates, que más que azaroso parece hasta algo injusto, y causante de que alguna parte de las reglas (como los ataques de flanco) resulten absurdamente superfluas. Todo el tema de los marcadores de control político y como y cuando se retiran o se ponen está farragosamente explicado y me temo que no lo hicimos bien. El movimiento naval con un jugador de Cartago también tiene complicaciones y creo que no está también bien explicado. Por último, el sistema de puntuación es terriblemente atroz. Menos el galo, todos los demás jugadores consiguen puntos manteniendo unas localizaciones de victoria natales y conquistando localizaciones natales de otros jugadores. Los que pierden localizaciones pierden puntos hasta un mínimo de 0. Todos los jugadores comienzan con 6 PVs. Y este sistema explica como Cartago termino con 3 puntos ya en el 3er turno. Cuando estás en una situación así, se te hace prácticamente imposible ganar, pero te tienes que seguir chupando los otros 6 turnos de partida que restan. Las potenciales consecuencias de esto (que no vimos por la excelente compañía con la que me rodee para esta ocasión) son las clásicas de pérdida de interés, aburrimiento y "kingmaking".

Mientras escribía esto se me han ocurrido un par de ideas para corregir el problema, pero le daré algunas cuantas vueltas más al juego tal como me salió de la caja antes de aplicarlas.

El día de la Constitución - 6 de diciembre - estrenamos el Here I Stand. Me quede con el Papa, por las mismas razones que me llevaron a hacerme cargo de los etrusco-samnitas en la otra partida. De los jugadores convocados uno llegó con retraso, y sólo gracias a que le llamamos. Cuanta más gente necesitas para una partida (el HIS necesita de 6) más posible es que sucedan cosas como esta.

De la partida llegamos a jugar 4 turnos en 8 horas. ¡Cómo para contemplar el jugar los 9 turnos que puede tener una partida!. En una partida de este juego suceden muchas cosas distintas, y muchas de ellas involucran únicamente a una parte de los jugadores presentes. Por eso no puedo hacer un resumén de la partida con justicia. El turco tropezo un poco al inicio pero al acabar estaba empezando a pillarle el tranquillo a la piratería, aunque podría haberlo hecho mejor y haber atacado Viena. El Habsburgo se llevo el premio gordo en exploraciones y conquistas de ultramar, que le proporcionaban bastantes cartas. Desperto la envidía de varios jugadores y en el turno 3 se medio monto una coalición contra él que le mantuvo ocupado. El francés era el agente principal de esta coalición anti-habsburgo, pero la cuenta no le salio bien. Sus supuestos aliados le dejaron lidiar solo contra el habsburgo y sufrio serias perdidas. El ingles era el principal arquitecto tras la mencionada coalición, y quien recogio los mayores beneficios. Tuvo también suerte a la hora de explorar, conquistar y colonizar, aunque no obtuvo muchas cartas por ello. El protestante tambien jugó en su favor. Este hizo bien su papel, tras sólo una magra explicación de las reglas, y estuvo a punto de ganar la partida. Por último el Papa - o sea, yo - me uní al habsburgo en su lucha contra Francia, impulsado por el éxito francés en Italia - capturo Florencia y se alio con Genova - y las acciones bélicas no me dejaron poner coto a la expansión del luteranismo.

Las impresiones generales causadas por HIS en los participantes fueron bastante satisfactorias. La mecánica y el motor de cartas están copiados del Napoleonic Wars, únicamente que con sus peculiaridades. No hay tanta abundancia de tropas, y las campañas de conquista son más lentas y costosas. Sin embargo, lo mejor en mi opinión fue la Fase de Diplomacia. Está muy bien estructurada para que jugadores hábiles saquen provecho de ella y manejen el juego. En mi caso en particular, en el último turno llegué a un acuerdo con el inglés. No tenía intención de cumplirlo (corroborarlo abiertamente), pero dado que era el inglés quién anunciaba antes sus acuerdos, logré mi propósito de dejarle en evidencia ante sus otros aliados y enemigos míos que tampoco corroboraron sus respectivas alianzas con Enrique VIII.

Tan sólo hay dos inconvenientes serios al juego. El primero es su larga duración. Las fases de diplomacia rompen algo el ritmo de juego y reducen su velocidad. Además, es un juego de suficiente comoplejidad como para que sea preciso educar a un grupo de jugadores más o menos fijo que termine conociendo el juego. HIS tiene su trabajo.

Finalmente, el miércoles, asistí a C_M en su casa a una partida de demostración de NW. Después de estar un rato largo explicando las reglas - y dejando cosas por contar - se jugo un turno. Jugabamos a pelo, sin ninguna de las modificaciones que Ringard y yo hemos implantado en los últimos meses. La partida me recordó todos los vicios que tenía el juego en su inicio. De verdad, era sangrante ver como había jugadores que sacaban las cartas "Baltic Venture" y "Egyptian Venture" y miraban perplejos. C_M volvió a las andadas como británico, y gastó buena parte de sus puntos en comprarse aliados menores. No estuvo mal del todo, pero estaba un poco cansado.

Después de esta paliza me han quedado pocas ganas de jugar a multijugadores en una temporadita. Contemplo los juegos de dos con renovado entusiasmo y como unas vacaciones, dado que no tengo que gastar esfuerzos en negociar, pedir o mendigar. Únicamente yo, y mi enemigo. ¡Qué relax!.

sábado, 11 de diciembre de 2010

El mejor momento de Jose María Aznar

Hablando sobre alguna de las opiniones vertidas por mí en este blog, C_M me comentaba acerca de una teoría por la cual la gente "de izquierdas " tenía más activa una parte del cerebro (o algo así).

No estoy yo por la labor de realizarme un encefalograma para determinar hacia que lado del supuesto espectro político puedo estar derivando. No es que reniegue de los avances de la neurología. Lo que sucede es que no termino de creerme la clasificación de "izquierdas y derechas".

No es culpa mía. Contemplo las noticias y, no se como lo consiguen, pero en España siempre acaba sucediendo que los supuestos "izquierdas" - el PSOE - acaban tomando las medidas que normalmente tomaría la derecha: guerra sucia contra el terrorismo, privatizaciones de empresas públicas (se iniciaron en la época de González), recorte de beneficios sociales, liberalización del despido, y ahora, declaración del estado de emergencia. Si el lenguaje de la derecha está lleno de rabia y odio es porque el partido "de izquierdas" les está haciendo todo el trabajo y entonces la derecha ya no será necesaria en este país.

Al final he llegado a la conclusión que en España no queda realmente nadie de izquierdas. Permanecen todos en el exilio desde 1939.

De todas formas, los términos "izquierdas y derechas" tienen poca importancia para mí en política. No me considero ni de uno ni de otro, porque considero peligroso y poco inteligente abrazar incondicionalmente un ideario, sea el que sea. En lo que si creo es en el sentido común y la inteligencia como herramientas para guiar la política de cualquier país - y del mundo - por el camino más adecuado. Y si hay algo de lo que estoy seguro es que la inteligencia y el sentido común no son el monopolio de ningún partido político ni grupo de personas. Ni siquiera yo soy el propietario único de la razón. Puedo equivocarme. Lo hago... sólo que mucho menos que vosotros.

Entre la gente que si se considera a si misma "de derechas" Jose María Aznar destaca como un icono. Es así necesariamente, puesto que es el único representante de un partido abiertamente "de derechas" que ha ocupado la presidencia del país en 30 años de democracia. Para los votantes incondicionales del PP cuyas opiniones escucho casi continuamente, Aznar es "un estadista". Término con el cual le situan por encima del político normal.

Yo tengo mis dudas acerca de su excelencia en el Gobierno. Su primer mandato, cuando se veía obligado a negociar y a pactar, fue sin duda el mejor. Para cuando ya consiguió la mayoría absoluta en su segunda legislatura él y sus ministros se quitaron la máscara y de lo mínimo que se les puede acusar es de grosería, demostrando todos los vicios que un político español puede tener cuando descubre que tiene poder ilimitado. Respecto a la prosperidad económica de la época, ésta tenía lugar a nivel mundial, y en una situación así es díficil que nuestra economía - pequeña y a remolque de los grandes países - vaya mal.

Lo que si hubo durante esa época fue mucho farol. Y ello no queda mejor ilustrado que con la reunión de las Azores, gracias a la cual Josemarí se vendió en España como amigo de los poderosos Estados Unidos por su apoyo a la guerra de Irak. La aportación de España al conflicto fue ridiculamente pequeña. Polonia envió muchas más tropas a Irak, y el presidente polaco si que hubiese debido salir en la foto. La única explicación que puedo dar a la presencia én esa reunión del presidente de un país que carecía de capacidad real de apoyar militarmente la operación es que se coló en la foto.

¿Y este?, ¿de dónde sale?

De todas formas, ni aún intentandolo a conciencia, se puede hacer todo mal. Revisando la hemeroteca he hallado un hecho del gobierno de Aznar que realmente le puede elevar a la categoría de estadista. Tuvo lugar durante esa primera legislatura que tan buena impresión me causo.

Me refiero a la negociación con ETA.

No es que apoye la negociación con ETA. Tampoco la rechazo. No se trata de determinar si fue bueno o malo, si dio resultado o no. Si los terroristas aprovecharon para rearmarse o reorganizarse. Lo importante es que dar semejante paso demostraba por parte de Aznar (o del consejero que fuese) una intención de acabar con la carga de nuestro terrorismo nacional, incluso si ello suponía hacer cosas que iban en contra de la ideología manifestada hasta entonces. No todo el mundo es capaz de hacerlo, y requiere cierto valor por el cual me quito el sombrero.

Es aún más impresionante por el hecho de que Aznar fue víctima de un atentado de ETA, y negociar con aquellos que habían intentado matarle debió serle especialmente repulsivo. Y aún así lo hizo. Es su experiencia personal como víctima de ETA y el compromiso político de dureza con la banda lo que explica que hiciese el anuncio con cierta renuencia, y aludiendo a sus asesinos fallidos como "movimiento de liberación".

Por todo ello tampoco es de extrañar que cuando, con motivo de las negociaciones más recientes del PSOE con ETA, se le recordase lo del "movimiento de liberación", Aznar contesto que "le dejasen en paz". Hizo algo en contra de sus convicciones y su experiencia, y tal vez sintiese cierta repugnancia por haber dado aquel paso.

Hacer algo en contra de las convicciones y la experiencia personal, para salvar vidas. Eso distingue a un estadista de un político. Es por ello que un político que se ha comprometido abiertamente a no negociar con ETA pase lo que pase me parece especialmente mediocre.

Lo peor de todo, es que tiene la pinta de que este sujeto puede ser el siguiente presidente del Gobierno de España.

¡Viva el vino!

jueves, 2 de diciembre de 2010

Here I Stand with my Sword of Flying Colors

Hace meses anuncie en otra entrada mi partipación en la Gran Reimpresión de GMT. Entonces decidí añadir Here I Stand a un pedido de Sword of Rome que ya había efectuado año y medio antes.

Tras varios meses, los juegos me han llegado. A diferencia de lo que sucedió la última vez que hice un preorder a Valley Games, esta vez ha habido únicamente unos pocos problemas. No creo que sean nada del otro mundo, nada a lo que nadie se haya enfrentado antes, pero de todo se aprende, y yo estoy dispuesto a compartir mi experiencia en este medio.

El preorder se mantuvo abierto durante varios meses, hasta Septiembre. Yo había acordado con C_M juntar nuestros pedidos para economizar en gastos de envio. Para Septiembre ya se había decidido y añadí para él otro SoR y un Flying Colors al pedido. Este al final consistía en 1 HiS, 2 SoR, y el Flying.

Cuando haces un preorder a GMT, estos te emiten una factura, en la que viene reflejado lo que te van a cobrar el doláres americanos por el juego, sin los gastos de envio. Para HiS y el Flying la factura tenía esta forma. Para el caso de los 2 SoR no me llegó una factura así porque lo que hice fue añadir 1 artículo al pedido que ya tenía de antes, o la borre de mi bandeja de entrada y no he sido capaz de encontrarla. Esto tendría cierta relevancia más tarde.

Inicialmente, GMT anuncio que los envios de estos preorder se harían separadamente, por juegos, empenzando con el HIS. Los cargos en la tarjeta se hicieron de acuerdo con esto. El HIS y el Flying tuvieron cada uno un cargo añadido de 16$ por gastos de envio, mientras que los dos SoR tuvieron un cargo extra de 26$ entre los dos por el mismo concepto. En la página de GMT no hay una opción - como en Amazon - para que te agrupen los envios en un solo paquete para ahorrar. Yo pensaba que GMT me iba a cobrar los gastos de envio combinados (y reducidos) pero al ver los cargos de tarjeta, comprobe que no era así. Una vez hecho el cargo en la tarjeta, ponte tú a reclamar.

Una vez hechos los cargos, la misma pagina de GMT informo de un retraso en los envios. Esto tenía que ver tanto con dificulades logísticas, como con que tenían programada una convención para esas fechas, que les obligaba a retrasar una semana los envios. Esto tuvo dos consecuencias. La primera es que la fecha de envio de los juegos se postergo al 13 de octubre. La segunda es que iban a enviar todos los juegos juntos a la vez. Eso sí, los gastos de envio me los habían cobrado para envios separados. No pude evitar sonreir.

Poco después GMT lanzó otra campaña de ventas con 50% de descuento para aquellos que hubieran hecho preorders en 2010. Fue C_M quién me llamó la atención sobre la oferta. Me limité a pedir un tablero montado para el Paths of Glory y un set actualizado de cartas para el Barbarossa to Berlin. Por parte de C_M pedí Serpent of the Seas, Ships of the Line, y 2 números de C3i. Estos no eran preorders, sino pedidos de pleno derecho. Se cargaron inmediatamente con gastos de envio y todo. Lamentablemente, mi amigo y yo no nos coordinamos bien a la hora de hacer los pedidos, y nos salieron 3 pedidos independientes con gastos de envio separados.

Para cuando ya hice los últimos pedidos era ya 4 de Noviembre, y mis pedidos de preorder seguían apareciendo como "Not yet shipped". Ya era hora de ponerse en contacto con la empresa. Les escribí un correo preguntandoles por el estado real de mis pedidos, y solicitandoles que me los enviasen por separado para evitar problemas de aduanas que serían previsibles si llegaba todo junto. Además,¡que cojones!, ¡había pagado por gastos de envío separados!, ¡que me los envíasen así!. Naturalmente, mi mensaje no era tan enfático.

La respuesta fue muy rápida. Me llego el mismo día aunque yo no la leí hasta el 5 de noviembre. Me informaban de que mis preorders habían sido enviados el día anterior (3 de Noviembre) pero que no podían indicarme si habían sido enviados juntos, o por separado. En la página seguían constando como "Not yet shipped", en cambio, los 3 pedidos del 50% de descuento cambiaron su estatus a "enviado" entre el 4 y el 5 de Noviembre. El 10 de Noviembre, el estatus de los preorders cambio por fin a "enviado" con fecha del 3 de Noviembre.

Tan sólo quedaba esperar. Para todos los pedidos había marcado como opción la más barata: correo de superficie con una espera recomendada de entre 4 y 8 semanas.

El 18 de Noviembre me llego un aviso de correos. En aduanas habían retenido un paquete mío enviado por GMT, y había unos trámites que tenía que realizar. La fecha límite era el 25 de Noviembre. No estaba seguro de poder tener una mañana libre (la recogida sólo se podía hacer de 9h. a 14h.). El mismo documento me ofrecía como alternativa los servicios de un agente aduanero propuesto por Correos: Speedtrans Internacional S.L.. Para ello sólo tenían que firmar el mismo documento apoderando a este agente, y enviarlo por fax adjuntando facturas de compra. De otra forma, tendría que buscar un agente aduanero en mi propia localidad.

Speedtrans parecía la solución más fácil y rápida. Así que imprimí las facturas y me propuse enviarlas por fax desde el curro al día siguiente. Sin embargo ese día, el viernes 19 de Noviembre, me deje el papel en casa y no pude realizar la gestión. Por la tarde llamé a Speedtrans, pero sólo me respondió un mensaje de contestador de varios minutos dando extensas instrucciones. Comence a deprimirme. Speedtrans era a todas luces un tinglado bastante opaco y blindado a cualquier reclamación. Comence a sospechar que fuera uno de esos monopolios inoficiales montados por amiguismo, y que si intentaba hacer yo mismo las gestiones, o por cualquier otro agente, habría algún impedimento o bloqueo. Para más Inri, hasta el lunes 22 no podría retomar las gestiones de nuevo. El tiempo se estaba acabando y albergaba dudas de que Speedtrans pudiera hacer todo a tiempo. Necesitaban un día para enviarme un presupuesto, otro para que les enviase una transferencia, y otro para que les llegase el importe de la misma. Los días 22, 23 y 24 de Noviembre se hubieran ido en eso.

Aproveche el fin de semana para informarme por internet, como hace todo el mundo. Mi fuente primaria de información fue este artículo. Detallado y ordenado en cuanto a procedimientos. Por él y las quejas que lo acompañaban me hice a la idea de que Speedtrans no era una estafa en toda regla, pero si que se habían producido cambios en la ley que hacían pasar por Barajas todos los envios que llegaban a España, además de reducir el valor de los paquetes que podían ser retenidos por aduanas. A consecuencia de ello, la empresa que antes sólo gestionaba unos cuantos paquetes paso a tener una carga de trabajo notablemente incrementada, y ello imagino que sin contratación de nuevo personal. De todas maneras, lo que me disuadió de usar sus servicios no fueron las quejas que leí, sino el hecho de que les llamase 2 veces (por la mañana y por la tarde) y me contestasé una máquina. Que Speedtrans funcione puede ser objeto de discusción. Lo que no se puede discutir es que si algo sale mal, no existe posibilidad real de reclamar si se recurre a esta vía.

Para el lunes 22 ya tenía 2 cosas claras. La primera era que tenía hasta el 25 inclusive para hacer las gestiones. La segunda: que podía disponer libremente de ese día. La cosa estaba clara: si quieres que algo este bien hecho, lo mejor es que lo hagas tú mismo.

... bien, para los más cortos: decidí ir yo mismo a por el puto paquete.

Pasaron 3 días de espera que aproveche para preparar mi visita a las aduanas. El horario era de 9 a 14h. Prefería presentarme allí a primera hora para tener tiempo para hacer gestiones si algo no salía como era previsto. Esperaba que el paquete tuviese cierto peso, no me veía arrastrandolo por el sistema de transporte público de Madrid. Tenía que traer el coche y aparcarlo por la zona. Entre las 8 y las 9 el tráfico es más intenso, así que decidí ir por allá pronto, muy pronto.

Llegué algo antes de las 8 de la mañana, y maté el tiempo desayunando en un bar de la zona y recorriendola a pie para ver donde estaba todo, incluidos bancos porque era allí donde tendría que pagar los impuestos. Llegué hasta la boca de Metro de Alameda de Osuna, a más de 500 m. de la oficina de correos donde estaba el paquete, pero en toda esta exploración pasé por alto la localización de la oficina de aduanas, a tan sólo una manzana de la de correos.

Tampoco importo mucho. A las 9:10 entraba en la oficina y pasaba a una sala tras una puerta a la izquierda del mostrador de correos. Allí, lado a lado y comunicados por una puerta había un mostrador para presentar el aviso de recogida, y otro de Speedtrans. Mientras esperaba, observé un sencillo plano que indicaba la localización de la oficina de aduanas. No había mucha gente esperando y al rato fuí amablemente atendido. Tras presentar mi documentación, me la devolvieron con unas anotaciones y la instrucción (que ya conocía) de dirigirme a la oficina de aduanas. En 4 minutos estaba allí, y tras esperar unos 10 minutos me atendieron con ese habitual gracejo de los funcionarios a las 9 de la mañana. Entregué mi aviso y las facturas y me preguntaron que contenía mi caja. Pasado otro rato me entregaban la liquidación. 28€ y pico. Ví que en los papeles que me daban habían anotado 192 (el valor mismo de los juegos) + 26. Estos 26 eran los gastos que aparecían en la factura de los 2 Sword of Rome. Los habían incluido como valor del paquete. Preferí ni preguntar por qué, y mucho menos reclamar.

Delante de la oficina de aduanas, subiendo por unas escaleras mecánicas, se llegaba a una oficina de Cajamadrid donde pagué el importe y me sellaron los impresos con los que retorne a las aduanas. Allí tomaron los documentos, y pasados unos pocos minutos me entregaron un impreso para - finalmente - recoger la caja en la oficina de correos desde la cual había comenzado las gestiones.

Tanta vuelta, y tanta ventanilla me resultaban familiares...


En fin, que retorne a correos con mi papel, y me entregaron mi paquete tras pagar 4€ por gastos de almacenaje de 10 días. Curiosamente, 10 días es el tiempo que tarda Correos, empresa parcialmente privatizada, en decidirse si te envían o no el puñetero aviso de que tienen el paquete. También es, casualmente, el plazo de tiempo a partir del cual ellos tienen derecho a cobrar esta cantidad. Es decir, olvidate de recoger el paquete antes de 10 días y ahorrarte este "impuesto". Puede llegar a ser peor. La demora en enviar el aviso a algunos (cuyos comentarios leí en foros) puede ser tal que no tengas tiempo de hacer las gestiones. De todas formas, creo que sobre el plazo que anuncian en el impreso de aviso hay otros 2 días para poder recogerlo. Mi paquete llegó a España el 7 de Noviembre, y el plazo de 20 días del papel se agotaba el 27, no el 25.

Lleve el paquete sobre un hombro - no pesaba demasiado, pero cansaba lo suyo pasado un rato -. Llegué hasta donde estaba mi coche, puse el paquete en el maletero y allí mismo, con el maletero abierto, compartí por un momento lo que deben sentir los traficantes de droga: abrí el paquete con las llaves y comprobe que, efectivamente, la mercancía que habíamos pedido estaba allí.

El resto, abrir las cajas, inspeccionar los contenidos, separar las fichas de las plantillas, y montar las partidas es otra historia. Lo importante de este cuento no es el final feliz, sino lo que he aprendido.

- Que cada uno pida lo suyo. Cuando acepte juntar pedidos con C_M, pensé que estaba haciendole un favor. El favor real es instruirle para que él mismo gestione y pague sus propios pedidos.

- GMT. Funcionan bien, muy bien. Ni son perfectos, ni espero que lo sean. Pero no puedo evitar olerme cierta picaresca con el tema de los gastos de envio. En todo caso, recomiendo solicitar siempre la forma de transporte más barata, cuya espera se anuncia como de 4-8 semanas. A algunos que eligieron formas más rápidas (y costosas) se lo enviaron por la vía lenta de todas formas, según leí en la BGG. En mi caso, elegí la forma más barata y me los enviaron por la vía rápida. Pague 58$ de gastos de envio, pero mi paquete le había costado a GMT 86$ remitirmelo. Venía sellado en el paquete.

- Si vives fuera de Madrid y vas a hacer un pedido, te recomiendo que te busques de antemano un agente aduanero cerca de donde vives. Preferiblemente alguien a cuyo despacho puedas acudir a quejarte. No tengo constancia ni indicación alguna de que Speedtrans sea una estafa en toda regla, pero su opacidad e imposibilidad de contactar con ellos directamente es aterradora.