domingo, 22 de mayo de 2011

¿Re-Evolución?


He estado dos semanas de vacaciones fuera de España. Al volver el día 15 de mayo ví noticias de manifestaciones con un cierto éxito en Madrid y en otras ciudades. Era llamativo, porque estas manifestaciones no estaban respaldadas por ningún partido político. Eran - ¡alucina! - espontáneas. Y aún así las movilizaciones tuvieron más éxito de asistencia que las organizadas por los sindicatos durante su última convocatoria de huelga general. Conforme avanzaba la semana unos cientos de los manifestantes pretendían continuar con la protesta fueron desalojados con cierta bruquedad por los fuerzas de seguridad especializadas en estos menesteres. No he visto ni oído noticia de quién dió la orden, pero ya es bastante evidente que consiguió el efecto opuesto al que pretendía: Esa misma noche fueron miles los que ocuparon la vía pública. La plaza del Sol ha pasado a convertirse en un símbolo de lo que ya se conoce como el movimiento 15-M.

Yo no puedo menos que sentirme agradecido. Hace ya años que nuestros políticos (y los sindicatos también) han logrado que durante el período electoral "desconecte" y deje de ver los informativos. Es por puro aburrimiento. Pero unos cuantos millares de personas - no sólo jovenes - sin afiliación política manifiesta han conseguido cautivar mi interés en su desafío a unas autoridades políticas desconcertadas, despistadas y torpes. ¡Y con éxito!. Realmente, es en momentos como este cuando uno piensa que, de verdad, otro mundo es posible.

Eso sí. En cuanto los telediarios completan su información sobre el 15-M y pasan a los políticos en campaña, apago la tele y me pongo a hacer otra cosa.

A lo largo de esta semana se ha utilizado muchas veces la palabra "revolución" en relación a estas protestas. Revolución. Se usa la palabra sin comprender lo que significa. Lo he estado hablando con algunos de mi amigos que pueden estar en desacuerdo conmigo, pero en mi opinión una Revolución implica necesariamente un cambio en la Constitución del Estado, logrado de una manera no recogida en el ordenamiento legal del Estado previo (esto es, obtenido de forma ilegal, lo cual puede incluir el uso de la violencia, aunque no necesariamente). Esto supone -entre otras muchas cosas - la disolución de las Cortes, la formación de unas Cortés Constituyentes para que redacten una nueva Constitución empezando desde cero. Esto no es lo que yo he visto aquí. El objeto de estas movilizaciones no me parece ser la revolución, sino la Reforma: cambiar o eliminar aquellas partes que no funcionan de la constitución existente.

¿En qué consisten estas propuestas de reforma?. Supongo que habréis oído o leído acerca de algunas de ellas. Lo mejor es siempre examinarlas uno mismo, cosa que se puede hacer pinchando aquí. Las que más me han llamado la atención son:
- La propuesta de no votar a los partidos mayoritarios. ¡Ojo!, ¡no han dicho nada de abstenerse!, tan sólo proponen buscarse otras alternativas que las de siempre, que son las que nos han llevado a la situación actual. Votar a "otros partidos" es algo que yo mismo llevo haciendo 10 años.
- Cambio de la Ley Electoral para permitir listas abiertas y evitar que 1.000.000 de votantes de IU estén representados por 2 escaños en el Congreso de los Diputados, mientras que los 700.000 y pico que votan por la oligarquía catalana tengan 5 escaños.
- Abolición de la "Ley Sinde". No voy a hacer comentarios sobre esta legislación, hecha a la medida de unos pocos en perjuicio de la población en general. Ya se ha escrito mucho acerca de esto, y hacerlo aquí me desviaría del tema.
- Aplicación de una tasa a las transacciones financieras, que se destinaría a gastos sociales. Esta propuesta ha sido recogida del veterano e internacional colectivo ATTAC. Aunque trabaje en banca esta propuesta me parece bien. Cuando se deslocaliza una planta de producción lo primero que abandona el lugar de trabajo de miles de personas es el dinero que lo financiaba todo, porque es lo más fácil de trasladar. Ya es hora de que ese dinero contribuya en parte a paliar los destrozos que causa al ser retirado. La cuantía de la tasa (el 0,1%) es bastante pequeño y los principales pagadores serían las mayores fortunas del mundo.

Hay otras propuestas. Me suenan bien casi todas ellas. La que no me parece tan recomendable es la de expropiar las viviendas vacías. De hecho, la considero bastante suicida. Lo siento chicos, pero no se puede acertar siempre en todo. Esta propuesta y los lemas anti-bancarios me hacen ver que muchos de los participantes en este movimiento, y del público en general, desconocen que papel juega la banca en el mundo actual. Tal vez pueda contribuir a informar más a la gente con un par de entradas informativas en este diario, pero eso ha de quedar para otra ocasión.

¿Cómo y por qué ha surgido este colectivo 15-M?.

Cuando comenzamos a ser regidos por la actual Constitución, allá por 1978, la población era un agente pasivo de la sociedad. Recibía mensajes de medios de comunicación de masas como la tele o la radio, pero se carecía de los medios para que cada receptor elaborase una programación a su medida o hiciese una aportación personal a las informaciones que recibía. En el mundo de la cultura era igual, comprabas los discos y libros que eran publicados por los editores y que veías en las librerías y tiendas de discos. La Economía de Mercado funcionaba ofreciendo al consumidor una amplia gama de productos, aunque generalmente sin contar para nada con su opinión a la hora de elaborar la oferta. La oferta se elaboraba ante todo en función de los intereses del proveedor de los bienes y servicios.

En política la cosa era igual, hasta el punto en el que podemos decir que eramos y somos "consumidores de política" en el sentido pasivo. Hay una amplia variedad de partidos entre los que elegir, y cada una de las papeletas recoge una gran cantidad de nombres dentro de cada partido. Pero la lista la ha elaborado el partido sin tener en cuenta lo que les gusta a los votantes, y la Ley Electoral vigente se encarga de que todo el sistema favorezca a los partidos con más votos. Cuando llegan las elecciones los políticos invitan al pueblo a votar como medio para hacerles llegar su opinión, pero la única opción que llega a ser reflejada es la mayoritaría, quedando con escasa o nula representación minorías bastante importantes.
Si, claro, tu puedes votar a quien quieras, y nosotros podemos ignorar tu voto perfectamente. Adiós muy buenas.

Los tiempos han cambiado, y el principal responsable de ello es esa revolución de las comunicaciones llamada Internet. El enlace conjunto de ordenadores cada vez más potentes ha puesto a disposición de los consumidores vastas cantidades de información de las que antes carecían. Saber es Poder. Los consumidores actuales pueden adoptar una actitud más crítica hacia la oferta que se les pone delante. Naturalmente, los últimos en enterarse de esto han sido los ofertantes que obtenían beneficio del modelo anterior. Su modelo de oferta se ha quedado obsoleto, pero se empeñan en mantenerlo y eso es lo que da origen a la "Ley Sinde".

En los medios de comunicación sucede lo mismo. Periódicos, radios y televisión pueden seguir vomitando sus noticias, pero ahora el público puede contrastar la información que se les da con otra que encuentran en las redes de ordenadores, y determinar la veracidad de lo que se les esta contando. Los periódicos están experimentando una caida libre, y Antena 3 y el creciente protagonismo de los deportes en los noticiarios son una muestra de hacía donde va el periodismo de masas. Con las redes sociales, además, son los propios protagonistas de la noticia los que informan de ella, sin necesidad de intermediarios periodísticos.

Y ahora llegamos a la política. La sociedad entera ha cambiado, pero ellos siguen con el mismo sistema de listas cerradas y representación preferente de los partidos mayoritarios que es más propio del modelo de consumidor pasivo de hace 30 años. La gente se pregunta: si puedo escoger la música que escucho descargándomela en lugar de comprar un CD con una lista cerrada de canciones, elegir las pelis y series que veo por la noche descargándomelas en lugar de aguardar al día X a la hora H para que la pongan en el correspondiente canal de TV, e ignorar a los editores y sus periódicos y recibir la información del mundo de primera mano, ¿por qué me tengo que conformar con una oferta cerrada de política a la que apenas tengo oportunidad de aportar nada?.

En esta situación, fue aprobada lo que se conoce  como "ley Sinde". Creo que no cabe duda de calificar esta normativa como un suicidio político. La gota que colmó el vaso. Su principal efecto fue el de movilizar a lo que se conoce como "internautas" pero que, en cualquier país moderno, es toda la población porque todos somos usuarios de internet, en potencia sino en la realidad. Muchos de ellos formaban ya antes de otros colectivos como ATTAC, o el que reclamaba viviendas para jovenes. Con internet como foro de encuentro la unión de sus esfuerzos y sus propuestas en un único manifiesto ha sido un paso bastante lógico, contemplado retrospectivamente. El movimiento del 15-M no es otra cosa sino la unión de numerosas corrientes que llevaban existiendo desde hacía tiempo y que se encontraban marginadas de cualquier proceso de decisión política y económica.

Muchos se preguntan ahora cual será el futuro de esta movilización. No lo sé. Cuando lo pienso, recuerdo la movilización de los trabajadores de la empresa Sintel, que ocuparon un trecho de la Castellana durante mucho tiempo, creo que incluso años, ignorados por los políticos y los medios de comunicación hasta que poco a poco el campamento se fue desmontando y sus ocupantes pasaron al olvido. La mejor arma de los políticos es ignorar la movilización y esperar a que se desinfle por si misma, mientras sus los estudiantes y parados que la componen mayoritariamente se ven obligados a continuar sus estudios y proseguir la busqueda de empleo. La mejor arma del 15-M es que se actue contra ellos, por la respuesta que ya se ha visto que ello genera. La decisión del Ministerio del Interior de no secundar las decisiones de la Junta Electoral parecen confirmar esta estrategia.

Opino que la mejor opción que tiene el movimiento es la movilización puntual selectiva, en campañas electorales y otras situaciones similares. Todo ello unido a constante presencia en internet. A partir de marzo que viene este país tendrá un gobierno del PP, salvo que Rajoy abra la boca para hablar otra vez de su primo o proponer la supresión de la Liga de Futbol o alguna locura similar. Por lo que he visto de los medios de comunicación adeptos del futuro regimén (como Intereconomía o Telemadrid) la derecha declarada (PP)de nuestro país está mucho más dispuesta que la derecha encubierta (PSOE) para reprimir con el uso de las fuerzas de seguridad cualquier movilización que se salga de su imagén de la "España Perfecta" que nos están vendiendo con un mero cambio de partido en el poder. Por ello, si el 15-M puede continuar sus movilizaciones hasta las elecciones generales del 2012 y más allá en el gobierno futuro del PP, las perspectivas del movimiento mejoran notablemente. Si hay represión de las movilizaciones, éstas podrán ganar suficiente fuerza como para hacerse permanentes y generar un cambio. En ausencia de cualquier represión el movimiento del 15-M me parece condenado a desinflarse sin haber logrado nada, aunque tarde mucho en hacerlo.

Aún así, este movimiento ya ha logrado una cosa: que salir a la calle a protestar por tus derechos deje de ser una algo raro en este país.

No quisiera despedirme sin hacer antes una recomendación más a los adeptos del 15-M. Quisiera proponer un símbolo para este movimiento. Los símbolos son muy importantes en el mundo moderno, y en las actuales sociedades compuestas por millones de personas, mucho más. Hasta ahora el símbolo del 15-M ha sido la ocupación de plazas públicas - sobre todo la de la Puerta del Sol - y pancartas con numerosos lemas, algunos de ellos francamente ingeniosos. Sin embargo, considero que hace falta un símbolo más directo, rápido, portable y fácil de identificar. Mi propuesta es la que encanbeza esta entrada: La bandera española invertida.

En la película "En el valle de Elah" el actor Tommy Lee Jones encarna a un sargento retirado del ejército de E.E.U.U. que se entera de la muerte de su hijo al retornar de Irak. Cuando el sargento viaja al cuartel de su hijo ve que en un colegio el conserje ha izado mal la bandera: está colocada al revés, con las estrellas hacia abajo. El patriotico militar se irrita y hace que el conserje enderece la bandera explicandóle que ésta sólo se coloca del revés cuando hay una necesidad de socorro. Al terminar la película, el sargento desilusionado por lo que ha visto y oido acude a ese mismo colegio y hace que la bandera se coloque de nuevo al revés. Su conclusión es que su país está necesitado de auxilio.

Es indudable que nuestro país también, y no veo mejor forma de expresarlo que izando nuestra bandera al revés.

martes, 17 de mayo de 2011

The Wire



En mi opinión, The Wire es la mejor serie de televisión que he visto hasta ahora. Así. Directamente. Cada uno tendrá su serie favorita, ya lo sé. No es mi intención demostrar que es la mejor serie del mundo mundial, ni nada parecido. Es mi favorita, y nada más. Este blog se escribe más que nada para manifestar mis opiniones y gustos. Los demás tendrán los suyos y estarán muy bien, para ellos. Yo tengo los míos. Mis gustos no son mejores que los de nadie, y viceversa.

The Wire es una serie que trata sobre la vida y la muerte en la ciudad de Baltimore, en la costa este de los Estados Juntitos. Comienza de manera poco intensa y emocionante como otras muchas series policiacas que hayáis podido ver. De un lado los polis, del otro los narcotraficantes. Poco a poco, capítulo a capítulo, sin golpes de efecto, ni cliffhangers, ni giros argumentales bruscos e inesperados, ni personajes sorpresa que salen de la nada y lo revuelven todo, la lucha entre el crimen y la ley va extendiendose y absorbiendo cada vez a más y más ámbitos de la vida de una ciudad decadente. Lo que al comienzo era una historia policiaca se acaba convirtiendo en una obra coral. Un pequeño grupo de policias siguen siendo los protagonistas a lo largo de las 5 temporadas (de 10-12 capítulos cada una) que constituyen la serie, pero la cantidad de personajes que - cada uno con su propia importancia - participan en una o más temporadas es tal que prefiero pasar de mencionar uno solo de ellos. Si lo hiciera, tendría que empezar a contar sobre los otros, y esta entrada se haría demasiado larga.

Y es que lo mejor que tiene The Wire es que educa. A través de las interrelaciones entre personajes de lo más variado nos muestra como funcionan las cosas. Si bien los personajes y la trama son ficticios, el escenario - Baltimore - es real, y lo que sucede en la serie no desentona para nada con ese trasfondo hasta el punto en que no parece absurdo suponer que los acontecimientos de la serie podrían tener lugar (o haber tenido lugar) en la vida real.

Cuando veía "Dexter" me entretenía. Viendo The Wire me he enterado de como puede ser la realidad "detrás de las bambalinas", me he sentido informado, enriquecido. No solo he pasado un buen rato, sino que he ganado nuevas perspectivas acerca del mundo que me rodea.

¿Como lo consiguen?. En la serie, cada capítulo es tan sólo un ladrillo más en la historia. Así, no sigue la estructura de "capítulos autocontenidos" de muchas series americanas clásicas, en las que en un mismo capítulo se abren y cierran unas tramas determinadas. En The Wire todos los capítulos cuentan algo esencial acerca de la historia. Todos son igual de importantes y no hay ninguno de relleno, como sucedía en toda la 3ª temporada de Galactica, o en al menos uno de los capítulos de la primera temporada (la única que he visto hasta ahora) de "Los Soprano". Lo que si es "autocontenido" son las temporadas. Puedes terminar de ver la primera temporada, y no ver más de la serie. Y esta bien. Y entonces ves la segunda temporada y al terminarla dices "bien, se ha terminado". Y te puedes considerar satisfecho. Y entonces ves la tercera, y el final te dice otra vez que la historia se ha acabado y que queda poco más que contar. Y así con todas las temporadas, cada una de las cuales es una historia más o menos independiente de las otras, porque se centra en un aspecto diferente. La primera trata acerca del narcotrafico, la segunda acerca de los muelles, la tercera acerca de la política, la cuarta acerca del sistema escolar, y la última acerca de la prensa.

No hay apresuramiento, no hay flashbacks para apañar fallos del guion. La historia sigue su propio rumbo, su propia lógica, mientras algunos personajes ascienden y otros caen. Nadie es más especial que nadie, y todos son vulnerables y poderosos a la vez. Técnicamente, y argumentalmente, una obra maestra.