sábado, 19 de noviembre de 2011

La Frágil Unión Monetaria

El llamado "ataque de los mercados" está de actualidad. Del lado de los atacados ahora se encuentran países, el nuestro entre ellos. La consecuencia del ataque es el incrememento del coste del endeudamiento para los gobiernos de estos países, de manera que estos se ven obligados a acometer grandes recortes en el gasto público a fin de no terminar esclavos de una deuda cuyos intereses son tan elevados que nunca terminan de pagarla.

Contadas de manera rápida y resumida, esas son las consecuencias. Pero, ¿cuáles son las causas?. Ahí podéis encontrar todo tipo de explicaciones. Para unos es todo resultado de los tejemanejes de unos especuladores ricachones sin escrupulos, que montan todo este follón para conseguir poner las manos sobre el sector público mediante privatizaciones y sacar así tajada. Según otros, todo nuestros males se deben a unos aparatos estatales sobredimensionados. De acuerdo con estos, una economía totalmente liberalizada donde el estado prácticamente no existe nos conducirá a todos a la prosperidad, y a un atardecer montados en un Ferrari Testarrossa de color rojo con un pivón en el asiento del copiloto.

Yo no voy a ser menos, y voy a dar mi propia explicación acerca de las causas y origenes de porque las cosas están como están. No voy a negar con ello que también haya otras causas, porque es cierto que hay buitres especuladores que ansian apropiarse de parcelas públicas, y no menos cierto que hay partidas de gasto público rídiculas o mal gestionadas. Mas en mi opinión estas explicaciones son superficiales, y pasan por alto lo realmente importante: cómo se montó el sistema que permite que los mercados de capital presionen a países que se consideraban desarrollados.

La respuesta la tenemos que buscar en la constitución de la Unión Europea tal como es hoy en día.

Originalmente, cada país europeo tenía su propia moneda emitida por el banco central nacional. Aparte de imprimir billetes, otra de las importantes funciones de cada banco central consistía en comprar deuda pública. Efectivamente. Si un estado se endeudaba tanto que el interés de la deuda comenzaba a ponerse prohibitivo (como esta pasando ahora), el banco central nacional compraba toda la deuda que el estado no conseguía colocar a particulares - justo lo que ahora le piden al BCE que haga con la deuda italian y española - y asunto resuelto.

Parece un sistema de puta madre. ¿Cómo demonios no lo mantuvimos?.

Bueno. En economía, cuando se toma una decisión no todo son ventajas. Para cada conjunto de beneficios hay un conjunto asignado de costes. El banco nacional amigote permitía que un estado se endeudase sin control. El político de turno no tenía ni que subir los impuestos, pero el caso es que la población acababa pagando los excesos igualmente. La compra masiva de deuda pública por un banco emisor de moneda equivale a inyectar dinero en la economía, y entre los efectos que esto tiene sobre una economía se pueden destacar 3: 1) Sube la inflación; 2) Se devalua la moneda; y 3) Suben los tipos de interés, sino los que paga el estado si los que pagan los particulares. Estos últimos no pueden recurrir al Banco de España y al tener que pedir prestado a inversores privados, estos exigen tipos de interés más elevados que les compensen de la inflación y la devaluación de la moneda (los inversores privados son mayoritariamente extranjeros).

Esto explica como en España, durante los años 80 y comienzos de los 90 los intereses de las hipotecas fueran - como nunca se cansarán de recordarnos los que ahora son abuelos o están cerca de serlo - del 16%. O también es la razón de como cuando me fuí en 1992 a E.E.U.U. 60 y pico pesetas eran un marco alemán, y un año más tarde, con crisis galopante y todo, el marco costaba 80 y pico pelas.

Eso sí. Los mercados no atacaban la deuda española.

Entre los 80 y los 90, y con un paréntesis por la reunificación alemana, se decidió poner fin a este sistema. No se hizó por capricho ni, creo, por la razón exclusiva de beneficiar a unos pocos ricachones que controlan a nuestros políticos desde las sombras. Cuando se ha implantado la Unión Monetaria Europea yo pienso que se ha hecho con la intención de que todo el mundo salga beneficiado, includos los ricachones que, seamos realistas, van a seguir sacando beneficio cualquiera que sea el sistema que se ponga. Por algo son ricos.

La noción ha sido la de imitar a la economía norteamericana y crear un gran bloque geográfico-económico donde hubiera libertad de movimiento para personas y capitales. Así podríamos constituir una gran economía que te cagas capaz de competir con los yankis y los chinos.

El libre movimiento de personas se ha logrado con el Tratado de Schengen, y así podemos cruzar la frontera sin que nos tengan que pedir los papeles aunque la población local continue mirandonos tan mal como antes.

Para conseguir el libre movimiento de capitales era necesario instituir una moneda única para todos los países que conformasen la unión, porque estar lidiando con 12 o más tipos de cambio es algo que le quita las ganas al inversor más atrevido. Realmente, el euro no se creo para que pudieras pasar las vacaciones en Holanda sin tener que estar echando cuentas de cuanto costaba una cerveza o un porro en pesetas. La mayor utilidad del euro ha sido y es que los inversores que controlan grandes masas de capital puedan desplazar con rápidez sus billones de euros al país de la eurozona que ofrezca mejor rentabilidad.

¿En que beneficia a los países europeos que los ricachones lo tengan más fácil para hacerse más ricos?. Mayor facilidad en el desplazamiento de capitales permite disponer de más crédito para aquellos proyectos que un país desea emprender. Al ser más abundante el crédito su coste - el tipo de interés - disminuye y esto hace posible que sea más barato emprender proyectos (empresariales y estatales), generar empleo, y que la economía crezca.

Creo que podréis tener una idea más concreta de esto si estáis pagando una hipoteca. Ahora mismo la mayor parte paga un interés inferior al 3%. Imaginad por un momento que este interés se os sube repentinamente al 16%. ¿Qué tal?. Mal, ¿verdad?. Así no hay quien se meta en una hipoteca ni en negocio de ningún tipo. Conseguir reducir los tipos de interés permite iniciar muchos negocios que antes no eran viables por tener un beneficio que no costeaba los intereses del crédito que había que contratar para iniciarlos.

Naturalmente, para tener una moneda única los bancos nacionales tienen que cerrar. No lo han hecho. Siguen ahí, pero con sus funciones reducidas meramente a la de supervisión de la salud del sistema financiero nacional, y a veces no cumplen ni siquiera con esa función, como ha sido el caso de España. Se acabo el imprimir billetes, y se acabo el comprar deuda de los estados. No nos vamos a tomar la molestia de montar una moneda única para 15 países y que los tipos de interés sigan siendo tan altos como antes, ¿no?.

Con la moneda única, los estados han de recurrir exclusivamente a los inversores privados para satisfacer sus necesidades de inversión. Lo que pasa es que estos inversores son algo quisquillosos con la pasta que invierten. Según parece no pueden darle al botón e imprimir billetes como hacían los bancos centrales, y por ello cuando compran deuda de un pais lo miran hasta con lupa. A sabiendas de esto, durante los noventa en la Unión Europea se impusieron a los Estados Miembro (¡vaya nombre!, ahora que lo pienso) unos limites de gasto público que eran la medida para determinar quien podía y quién no podía "estar dentro del euro".

Al final pudieron entrar todos, menos los que no quisieron. Como Reino Unido, donde decidieron que todavía son un imperio y la libra esterlina su moneda. Y así les va.

La verdad es que esto del euro ha sido algo que ha funcionado muy bien durante muchos años y ha aportado bastante prosperidad. El que lo dude que vuelva a pensar en las hipotecas al 16%.

¿Qué ha salido mal entonces?.

Pues varias cosas, en mayor y en menor medida. Tantas que no compensa ponerlas por escrito en algo que está destinado a ser tan breve como la entrada de un blog. Este blog. Por eso me tengo que centrar en las más importentes, y dejar al lector reflexionar sobre las demás.

Lo más importante es que la Unión Monetaria se creó ya con bastantes errores. Es bastante normal. Nada sale perfecto a la primera, y lo cierto es que muchas de las decisiones que se tomaron tenían en cuenta - durante la mitad de los años 90 - un entorno de crecimiento económico y abundancia de capital inversor, y no la debacle financiera que está teniendo lugar desde 2008. Para lo que está pasando ahora no había apenas nada preparado, y por ello se están dando ahora palos de ciego en reuniones de "líderes europeos" donde no se decide nada, y aumentando el "Fondo de Cohesión" que tenía que haber sido más grande desde el inicio.

Además, el límite de gasto público que se había fijado como indicador no ha sido muy respetado. Grecia entró haciendo trampas, y muy posiblemente no haya sido el único país en hacerlo, aunque probablemente los demás no necesitaron hacerlo a tanto nivel como los helenos. La propia Alemania se saltó varias veces el límite durante estos últimos 10 años y salió "de rositas" porque los alemanes son los que mandan, ¿o qué pensabáis?.

Y finalmente, en casa hemos tenido la burbuja inmobiliaria. Las oportunidades creadas por la Unión Monetaria han estado a nuestra disposición. El abaratamiento del crédito permitía desviar recursos a sectores más productivos y se hubiera podido modernizar la estructura económica del país, por fin. En lugar de ello, y como explique en mi entrada sobre el origen de la burbuja, lo ahorrado en intereses de créditos ha ido a parar a los bolsillos de unos pocos constructores y propietarios de suelos. En esto han sido apoyados por una serie de gobiernos que, ya fuera por acción (con la Ley del Suelo, como ilustraba Aleix Saló en su corto de animación) o por inacción han fomentado una cultura de beneficio a corto plazo y a cualquier precio, siempre con la excusa de que al menos se estaba creando empleo.

Que cada uno saque sus conclusiones. La mía es que los errores de otros no nos pueden servir de excusa para los nuestros. La Unión Monetaria puede ser ahora la responsable de muchos de nuestros problemas y dificultades. Es normal decir ahora que ojalá nos hubieramos quedado como estabamos antes. Pero no es la solución. El euro nos ha traido también la integración en una red de financiación y prosperidad económica, y hemos sido nosotros, los españoles, los que hemos utilizado la oportunidad que se nos daba para estar en la situación actual.

Antes de despedirme, una nota de optimismo. Hoy, la prima de riesgo española ha vuelto a batir records. Y sin embargo la Bolsa no ha experimentado caídas brutales por ello, como otras veces. Los inversores no han huido. Esto quiere decir algo, y yo pienso que lo peor ha pasado ya, financieramente hablando. Ahora sólo queda resolver el resto de problemas.

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