Tras la escasa asistencia de la reunión de enero, la de febrero ha contado con la presencia casi constante de 7 personas. Ha sido posible organizar 4 partidas. Dos por la mañana y dos por la tarde. De manera simultánea, una de las partidas se jugaba con 4 jugadores y la otra con tres. A mí me correspondió jugar las dos partidas de 3 jugadores.
Idealmente se juega a Friedrich con 4 jugadores. Sin embargo, y desde que el propio Richard Sivel me reveló que buena parte del testeo del juego se realizó con partidas de 3 jugadores, me he atrevido varias veces a probar a jugar en tríos y puedo confirmar que el juego sigue funcionando de manera igual de eficiente.
Por la mañana me senté del lado prusiano, con Ringard delante mía llevando a Austria y Cris liderando a rusos, suecos, y franceses.
En mi primera mano de cartas no había un sólo diamante. En la segunda había un 7 de ese palo. Por otra parte, estaba robando bastantes picas. Para el turno 3 ó 4 robe en picas dos 13s, un 12, y un 11. Para entonces lo tenía bastante claro. Me iba a defender de Austria en el sector de picas de Silesia, en torno a Breslau. De acuerdo con ese plan logré colar a Federico (general 1) en Silesia como refuerzo. Como otra parte del plan perseguí al ejército imperial de manera constante e insistente hasta que fue eliminado en el sur de Hannover por un general hannoveriano. Esta caza y captura a Ringard le pareció algo excesiva, pero mi plan para defender en Silesia requería abandonar Sajonia relativamente pronto. Necesitaba retrasar al Imperio todo lo posible, o de otra forma me iba a causar problemas demasiado pronto. El Imperio retornó al tablero en torno al turno 8 ó 9, y de hecho había conquistado la mayor parte de sus objetivos hacía el final de la partida. Para mí, esto confirma lo adecuado de todos los recursos - en cierto momento, 3 ejércitos y 2 trenes de suministros - que emplee en la tarea.
La decisión de defender contra Austria en Breslau también la considero acertada. Ringard se quedo atascado ahí hasta el final de la partida. Así que la partida iba a ser decidida por lo que sucediera en mis flancos.
En oriente los rusos no perdían demasiado tiempo y dos generales suyos llegaban pronto al área de Kammin. Ataqué repetidas veces uno de ellos aprovechando unas buenas manos de cartas de tréboles esperando vaciar ese palo de cartas de su mano. Fue un error. Tenía que haberme conformado con hacer retiradas y economizar cartas. En el turno 6 la primera carta de evento era una reducción de subsidios. Otra salió en el turno 8. Más adelante eche esas cartas en falta.
En occidente Cris no perdía el tiempo y llegaba con rapidez al área de Magdeburgo con un ejército que se mantuvo allí hasta el final. Logré establecer un triángulo con un ejército hannoveriano en el sur. El del norte era destruido rápidamente.
Hacía la mitad de la partida Ringard llevó a cabo una estrategia que es habitual en él, pero que aún así no deja de sorprenderme cada vez. Envió un general bien provisto hacía el norte que comenzó a hostigar al general que yo tenía defendiendo en Magdeburgo. Comenzó un baile infernal con el que yo intentaba esquivar al austríaco e intentar colocarlo entre mí y el francés que también andaba por ahí. Tuve cierto éxito, pero fue muy costoso en un momento en el que estaba robando 4 cartas por turno.
Lo peor para mí es que hubiera podido parar ese ejército en seco. A mediados de la partida logre colar dos ejércitos en Sajonia, por donde se arrastraba el tren de suministro, pero perdí la oportunidad de aplastarlo. Por si fuera poco, uno de esos dos ejércitos fue eliminado por falta de suministro en Bohemia con 5 ejércitos.
Suecia abandono la partida en el turno 9. Tras demorar a los rusos todo lo posible, el general 7 que defendía Kammin era cercado y destruido en torno al turno 12. A los rusos les quedaba Küstrin por conquistar, en el sector de corazones. Justo los corazones que en ese momento me hacían falta para defenderme de los franceses al oeste. Mis opciones se agotaban. El ejército de incursión austríaco continuaba haciendo de las suyas, ahora en el área de Berlin y comprometiendo con ello toda mi defensa de Küstrin.
En el turno 15 coloque a un ejército prusiano en Halle con suficientes tropas como para hacer una retirada automática de -1 contra el francés, pero sin darme cuenta que también estaba a tiro del ejército imperial. Ringard atacó con el imperial con la intención de retirarme un poco más cerca de Magdeburgo, pero yo no fuí capaz de entenderlo, y jugué cartas de corazones hasta obligarle a retirarse. Cris, a falta de su último objetivo en Magdeburgo, atacó con un ejército francés. Yo había contado mal y pensaba que podía retirarme automáticamente y conservar Magdeburgo. Cris y Ringard me indicaron mi error, y así me vi gastando todas mis cartas de corazones y una reserva en una batalla que perdí junto con la partida. Amargamente, en ese mismo turno salia la carta que sacaba a Francia de la guerra (India había salido en el turno 7).
En esta partida cometí muchos errores pequeños y grandes que, acumulados, resultaron en mi derrota. Llevaba meses sin jugar con Prusia y esta derrota me sirve para plantearme mis carencias. Ringard también jugo muy bien, haciendo justo lo que hay que hacer cuando el prusiano te deja clavado: buscarle y hostigarle en otra parte. Como en otras ocasiones que lo hace, es posible que se excediera al ejecutar está estrategia. Mi error final de gastar cartas de corazones contra el Imperio se debía a mi deseo terminar de una vez por todas con su hostigamiento.
Cris merece una mención especial. Para alguien que ha jugado muy poco a Friedrich, lo hizo bastante bien. No hizo movimientos geniales, pero tampoco cometió errores serios. Nunca cejó en su presión. Toparme con un jugador de esa calidad fue el descubrimiento de la jornada.
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De arriba hacia abajo son fotos de los turnos 3, 4, y 5. Están sucediendo varias cosas a la vez, así que me explicaré por zonas.
En el lado de Prusia Oriental (esquina inferior izquierda) el ejército prusiano está a tiro de un ejército ruso. Sin posibilidad de esquivar el combate. Pero Rf me hace el favor de retirar al ejército que me había acorralado para apilarlo junto con otro y así luego avanzar juntos y atacar, lo que harían en el turno 5 con una fuerza de 12 puntos. 3 turnos de gracia. El 4º ejército ruso inicia una persecución alocada de un tren de suministros prusiano hacía el interior de Polonia. Al terminar Rf. dijo que había hecho todo esto para asegurarse de que el ejército de Prusia Oriental no se escapaba por ningún lado. 4 ejércitos, 2 trenes de suministro, 16 puntos de tropa y 5 turnos para destruir un ejército de 2 puntos de tropa.
En el lado derecho de las fotos se observa como Rf. concentra una torre triple de generales franceses. Logro colar a Cumberland por el sur, pero cometí un error contando espacios y en el turno 5 la triple pila francesa lo destruye totalmente. 7 tropas pérdidas en un instante, pero todo el ejército francés pierde 2-3 turnos y Ferdinand (el otro hannoveriano) no tiene a ningún francés delante que bloquee la siguiente jugada.
Contra Austria decidí en seguida hacer una defensa en diamantes tanto en Sajonia como en Silesia. En el turno 3 tengo otro despiste y dejo a los generales de Silesia en una frontera diamantes-picas. Will aprovechó la oportunidad para darme un susto e intentar cambiar sus picas por mis diamantes y desmontar mi estrategia. Por fortuna para mí, él no debía tener una variedad muy grande de cartas porque la segunda carta que jugó me daba una retirada de 2 puntos que acepté inmediatamente. Tras eso, todo volvía a la normalidad en el sur y ya no tenía más despistes.
Comienzo y final del turno 6. Último turno de Rusia.Yo había adelantado el general 7 hacía Polonia porque recordaba que Flojich había dicho que Rf no jugaba para ganar, y temía que el ruso que estaba en Polonia bajase hasta Silesia a combatirme en diamantes. Quería amenazar su tren de suministros. Rf. comentó que esperaba que tuvieramos un combate en diamantes en Polonia. A mi no se me había perdido nada en el centro de Polonia, pero había conseguido desviarle de la zona con diamantes que si me importaba de verdad. Nunca me he sentido más indiferente al abandono de Rusia que en esta partida. Hubiera necesitado otros 3 turnos para llegar con una única pieza a la zona de tréboles en Kammin donde yo me había planteado defenderme.
En este turno 6 Rf. dejo morir adrede 7 puntos de tropa en un general en Prusia Oriental, con la intención de recomprarlos en el turno 7 en generales que estaban más al oeste.
En Hannover, tras echar para atrás por falta de suministro al sueco que Rf había enviado en apoyo de Francia, yo había logrado acumular una buena mano de cartas de tréboles y corazones con los hannoverianos. Gracias al tiempo que tardaron los 3 generales franceses en retornar desde el sur, pude colar a Ferdinand por el borde oeste del tablero. Si todo salía bien, volvería a montarle a Rf el triángulo. Si no, por lo menos esperaba gastarle a Rf sus corazones con los míos. La fuerza exagerada que había aplicado en aniquilar a Cumberland me permitía hacer esto.
Turnos 7 y 8. Logro colar a Ferdinand por el borde occidental del tablero, intercambiando algunos corazones con Francia por el camino. En el turno 8 Rf coloca de manera cuidadosa (se ve en la foto de abajo) 2 generales y 2 trenes de suministro para cerciorarse al 100% de que Ferdinand desaparecerá por falta de suministro en el turno 9. Pierdo otros 6 puntos de tropa, pero Francia pierde unos 30 puntos de corazones en el proceso y 2-3 turnos que me servirán para levantar la siguiente barrera de defensa en el sector de tréboles en la esquina noroccidental del mapa, en Diepholz.
Un ejército austríaco merodea por Berlín y el norte de Silesia. Este movimiento de Will me preocupó y me obligo a dar un rodeo muy largo con el general 7, que tenía 7 puntos de fuerza que necesitaba urgentemente en otras zonas.
Turno 9. La Barrera de Diepholz quedaba instalada gracias a la constante demora francesa. El ejército que la sostiene tiene sólo 2 puntos de tropa. A estas alturas había acumulado también una notable cantidad de tréboles en la mano hannoveriana. Superar esta defensa llevaría unos 3-4 turnos más a Rf y la intervención no sólo de los 3 ejércitos franceses, sino también del sueco que, si bien me gastó una carta de trébol, me otorgó un turno de regalo al colocarlo Rf. en medio del camino francés. He de reconocer que tuve algo de suerte con las cartas para hacer una última retirada en un momento crítico. Al final cambie unos 30 y pico puntos de tréboles de la mano hannoveriana por otros tantos puntos de corazones de la mano francesa. Lo hizo al empeñarse en comerse el tren de suministro azul claro en la frontera de corazones-tréboles (Osnabrück), algo totalmente innecesario porque ese tren ni podía atacarle ni reconquistarle banderas.
Foto de aproximadamente el turno 14. ¡Por fin Francia avanza hacía Magdeburgo!. Pero ha tardado tanto tiempo en hacerlo que a Prusia le ha dado tiempo a acumular una generosa mano de corazones, incluso tras una reducción de subsidios en el turno 9 ó 10. La ventaja prusiana es aún mayor si se tiene en cuenta los más de 60 puntos en corazones que Francia ha gastado contra Hannover y que le hubieran venido de perlas más tarde. A estas alturas Rf. había perdido la partida con Francia hacía ya muchos turnos. En tres ocasiones había empleado la táctica de superar a un único ejército hannoveriano con todas las fuerzas francesas. Lo logro en las tres ocasiones, pero el gasto en tiempo, fuerzas, y cartas dedicadas a ello fue elevadísimo, y encima cada victoria le ponía en una situación más complicada que la anterior. Tanta victoria pírrica no sostenía estrategia alguna, sino una falta absoluta de la misma.
Curiosamente la foto también recoge el momento en el que Rf. estuvo realmente más cerca de ganar, de nuevo por un despiste mío. El ejército sueco ha retornado al tablero tras ser aniquilado. Justo por los pelos tenía un general a alcance suficiente como para quitarle en 4 turnos un objetivo (Malchin) antes de que conquistase los 5 necesarios para ganar. En este turno y el siguiente estaba preocupado de que el general francés más al este se fuese a por este general mío y lo retrasase lo suficiente como para lograr la victoria con Suecia. La pieza sueca había intentado ayudar a los franceses contra Hannover, pero a Rf. no se le ocurrió darle la vuelta a este concepto y ayudar a los suecos con los franceses. ¡Eso si que hubiera sido una jugada genial!. El general francés fue hacía el sur y yo respire aliviado.
También en esta foto se ve como Will ha colocado una torre triple austríaca en una frontera de diamantes-tréboles en Silesia. Naturalmente, aproveche la ocasión para atacarle y gastarle unos 20-30 puntos de diamantes con los tréboles que tenía en la mano. Eso aniquilo casi todas sus posibilidades de ganarme. Hasta ese punto el palo que más abundaba en mi mano eran las picas, y no los diamantes. Aún así Will no cejó en su empeño y continuó atacándome repetidas veces en Silesia y Sajonia en diamantes. Llegó incluso a cercarme. Le rechazaba cada vez con terribles pérdidas, pero volvía una y otra vez. Hacía el final mi mano de diamantes se estaba reduciendo de manera notable y me empezaba a preocupar un poco aunque sabía que la partida podía acabar en cualquier momento.
Rf entraría con Francia varias veces en el área de corazones de Magdeburgo. Para nada. Él tenía superioridad en tropas (16 puntos) pero yo tenía ahí 2 generales con 9 puntos, y estaba gastando todos mis corazones y todas mis picas contra sus corazones mermados en 60 puntos. En este momento yo no estaba jugando de manera óptima, gastando cartas a porrillo para retrasar a Rf uno o dos espacios. Pero francamente daba igual. Ni jugando mal podía perder. Que Rf. me diese lecciones de táctica de estos últimos turnos me parecía una sandez después de los tremendos errores de juicio que le habían costado la partida por un margen tan claro.
Por falta de tiempo dejamos la partida en el turno 21, momento en el que Francia se retiraba de la guerra. La partida hubiera durado hasta el turno 23, con el abandono de Suecia.
Hasta entonces los 4 generales rusos se había repartido en dos grupos de dos, como es habitual. Dos avanzaban sobre Prusia Oriental, y los otros sobre Pomerania. Freddy no sabe nada de convencionalismos. Al cambiar de jugador los 4 rusos se concentraron sobre Prusia Oriental, dónde tardaron muchos turnos y gastaron muchas cartas para conquistar ese área y reducir al solitario prusiano que allí se encontraba. JM también se desgastó mucho en cartas en esa defensa, lo que contribuiría a su temprana debacle mucho más de lo que lo hizo una reducción de subsidios alrededor del turno 10. Posiblemente hubiera debido contentarse con haber distraido a todos los rusos durante unos pocos turnos y economizar cartas.
Ringard se dedico a conciencia a gastarle a Prusia cartas de su mano. No tardó en organizar una pila triple de tropas que iba embistiendo turno por turno al prusiano que pillase cerca. JM no pudo o no supo esquivar esta torre de ejércitos, cediendo algún objetivo en el proceso, y hacía pequeñas retiradas que le mantenían en el tablero pero le estaban saliendo muy costosas.
Contra Francia las cosas andaban mejor. Confiando en la debilidad de la mano de Hannover, C_M lanzó a todas sus fuerzas a un ataque simultáneo de los azulclaro. Jugó a por todas y como la mano de Hannover resultó ser más fuerte de lo que se esperaba sufrió una severa derrota que le costó varios objetivos.
A pesar de todo, la resistencia de Prusia cedía por el constante declive de sus recursos. Hacía el turno 13 Rusia, Francia, y el Imperio se encontraban a punto de ganar. La victoria era al final para Ringard con el Imperio, mientras que a C_M se quedaba a falta de Diepholz para ganar, aunque intentase tomarla en el último turno.
Apenas presté atención a la partida de 4 jugadores que se estaba desarrollando en la otra mesa. El azar ponía a Flojich en el papel de Federico, a JM con Austria, a Rf con Francia, y a V. con Rusia.
Tan sólo realice una foto de esta partida, y fue a petición de Rf. La terminaron 30 minutos tras la mía y gano Austria en el turno 17. En la comida Flojich comentó de manera bastante extensa la partida. Por un lado había tenido bastante presión de JM que parecía intentar ganar con el Imperio. Rusia también intentaba una batalla de cerco en la que fue derrotada, pero hacía el final de la partida parecía también encontrarse en la recta final hacía la victoria.
En el Oeste Rf perseguía a Hannover hasta cerca de Bohemia, lo que aparece en la foto. Llegado un momento manifestó que con 8 objetivos logrados ya tenía suficiente. Le oí yo desde la otra mesa. Aparte de que no se debe discutir de estrategia durante la partida, su inoportuno comentario respalda a Flojich cuando se quejaba que Rf no jugo para ganar sino meramente para impedir ganar a Prusia. Conforme a esta política declarada se dedicó a perseguir ejércitos prusianos hacía la zona de Berlin en lugar de hacer un intento por sus propios objetivos.
Con razón Flojich se quejaba amargamente de este estilo de juego. El hostigamiento de Rf beneficio a todos menos a él mismo. Rusia estaba a punto de ganar tras todo el esfuerzo que V. había puesto, pero salió Elizabeth y como Suecia había abandonado antes, tuvo que tomar el control de un imperial mermado. La victoria final fue, como ya he dicho, para Austria tras haber gastado únicamente 6 cartas de 78 que había robado durante toda la partida. Este dato me hace sospechar que Flojich le estuvo aguantando durante mucho tiempo a base de constantes y costosas retiradas prusianas. Cierto es que la mano prusiana estaba baja hacía el final de la partida.
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De nuevo me toco en suerte Prusia en otra partida de 3 jugadores. Will había llegado por la tarde y se sentó delante mía controlando Austria. Para el papel dual de Rusia y Francia le toco a Rf, nuestro doble finalista.
Precisamente él se convirtió en el protagonista de la partida... por lo terriblemente mal que jugó. Habitualmente tiendo a ser considerado con los puntos de vista de los demás jugadores porque yo también cometo errores. Pero Rf merece mención especial en este caso porque lo suyo no fue una sucesión de errores independientes y casuales. De hecho, es muy bueno y cuidadoso a la hora de mover sus piezas para obtener los resultados que él desea. Su problema es, precisamente, que lo que desea conseguir no guarda relación alguna en su importancia con los medios que emplea para conseguirlo. No es que juegue mal. Juega sistemáticamente mal.
Incluso si se tiene en cuenta que Rusia quedo eliminada al final del turno 6 con la primera carta del destino, tengo muy claro que fue el especialmente lamentable mal juego de Rf el que marcó pauta de la partida e hizo casi inevitable mi victoria. Al acabar le dije "¡Has jugado muy mal, y tengo fotos para demostrarlo!". La parte que sigue va a contener bastantes fotos de la partida. Siento que la calidad no sea óptima, pero creo que permitirán a quien tenga una copia del juego seguir la partida de manera bastante correcta y juzgar si lo que digo es cierto.
De arriba hacia abajo son fotos de los turnos 3, 4, y 5. Están sucediendo varias cosas a la vez, así que me explicaré por zonas.
En el lado de Prusia Oriental (esquina inferior izquierda) el ejército prusiano está a tiro de un ejército ruso. Sin posibilidad de esquivar el combate. Pero Rf me hace el favor de retirar al ejército que me había acorralado para apilarlo junto con otro y así luego avanzar juntos y atacar, lo que harían en el turno 5 con una fuerza de 12 puntos. 3 turnos de gracia. El 4º ejército ruso inicia una persecución alocada de un tren de suministros prusiano hacía el interior de Polonia. Al terminar Rf. dijo que había hecho todo esto para asegurarse de que el ejército de Prusia Oriental no se escapaba por ningún lado. 4 ejércitos, 2 trenes de suministro, 16 puntos de tropa y 5 turnos para destruir un ejército de 2 puntos de tropa.
En el lado derecho de las fotos se observa como Rf. concentra una torre triple de generales franceses. Logro colar a Cumberland por el sur, pero cometí un error contando espacios y en el turno 5 la triple pila francesa lo destruye totalmente. 7 tropas pérdidas en un instante, pero todo el ejército francés pierde 2-3 turnos y Ferdinand (el otro hannoveriano) no tiene a ningún francés delante que bloquee la siguiente jugada.
Contra Austria decidí en seguida hacer una defensa en diamantes tanto en Sajonia como en Silesia. En el turno 3 tengo otro despiste y dejo a los generales de Silesia en una frontera diamantes-picas. Will aprovechó la oportunidad para darme un susto e intentar cambiar sus picas por mis diamantes y desmontar mi estrategia. Por fortuna para mí, él no debía tener una variedad muy grande de cartas porque la segunda carta que jugó me daba una retirada de 2 puntos que acepté inmediatamente. Tras eso, todo volvía a la normalidad en el sur y ya no tenía más despistes.
Comienzo y final del turno 6. Último turno de Rusia.Yo había adelantado el general 7 hacía Polonia porque recordaba que Flojich había dicho que Rf no jugaba para ganar, y temía que el ruso que estaba en Polonia bajase hasta Silesia a combatirme en diamantes. Quería amenazar su tren de suministros. Rf. comentó que esperaba que tuvieramos un combate en diamantes en Polonia. A mi no se me había perdido nada en el centro de Polonia, pero había conseguido desviarle de la zona con diamantes que si me importaba de verdad. Nunca me he sentido más indiferente al abandono de Rusia que en esta partida. Hubiera necesitado otros 3 turnos para llegar con una única pieza a la zona de tréboles en Kammin donde yo me había planteado defenderme.
En este turno 6 Rf. dejo morir adrede 7 puntos de tropa en un general en Prusia Oriental, con la intención de recomprarlos en el turno 7 en generales que estaban más al oeste.
En Hannover, tras echar para atrás por falta de suministro al sueco que Rf había enviado en apoyo de Francia, yo había logrado acumular una buena mano de cartas de tréboles y corazones con los hannoverianos. Gracias al tiempo que tardaron los 3 generales franceses en retornar desde el sur, pude colar a Ferdinand por el borde oeste del tablero. Si todo salía bien, volvería a montarle a Rf el triángulo. Si no, por lo menos esperaba gastarle a Rf sus corazones con los míos. La fuerza exagerada que había aplicado en aniquilar a Cumberland me permitía hacer esto.
Turnos 7 y 8. Logro colar a Ferdinand por el borde occidental del tablero, intercambiando algunos corazones con Francia por el camino. En el turno 8 Rf coloca de manera cuidadosa (se ve en la foto de abajo) 2 generales y 2 trenes de suministro para cerciorarse al 100% de que Ferdinand desaparecerá por falta de suministro en el turno 9. Pierdo otros 6 puntos de tropa, pero Francia pierde unos 30 puntos de corazones en el proceso y 2-3 turnos que me servirán para levantar la siguiente barrera de defensa en el sector de tréboles en la esquina noroccidental del mapa, en Diepholz.
Un ejército austríaco merodea por Berlín y el norte de Silesia. Este movimiento de Will me preocupó y me obligo a dar un rodeo muy largo con el general 7, que tenía 7 puntos de fuerza que necesitaba urgentemente en otras zonas.
Turno 9. La Barrera de Diepholz quedaba instalada gracias a la constante demora francesa. El ejército que la sostiene tiene sólo 2 puntos de tropa. A estas alturas había acumulado también una notable cantidad de tréboles en la mano hannoveriana. Superar esta defensa llevaría unos 3-4 turnos más a Rf y la intervención no sólo de los 3 ejércitos franceses, sino también del sueco que, si bien me gastó una carta de trébol, me otorgó un turno de regalo al colocarlo Rf. en medio del camino francés. He de reconocer que tuve algo de suerte con las cartas para hacer una última retirada en un momento crítico. Al final cambie unos 30 y pico puntos de tréboles de la mano hannoveriana por otros tantos puntos de corazones de la mano francesa. Lo hizo al empeñarse en comerse el tren de suministro azul claro en la frontera de corazones-tréboles (Osnabrück), algo totalmente innecesario porque ese tren ni podía atacarle ni reconquistarle banderas.
Foto de aproximadamente el turno 14. ¡Por fin Francia avanza hacía Magdeburgo!. Pero ha tardado tanto tiempo en hacerlo que a Prusia le ha dado tiempo a acumular una generosa mano de corazones, incluso tras una reducción de subsidios en el turno 9 ó 10. La ventaja prusiana es aún mayor si se tiene en cuenta los más de 60 puntos en corazones que Francia ha gastado contra Hannover y que le hubieran venido de perlas más tarde. A estas alturas Rf. había perdido la partida con Francia hacía ya muchos turnos. En tres ocasiones había empleado la táctica de superar a un único ejército hannoveriano con todas las fuerzas francesas. Lo logro en las tres ocasiones, pero el gasto en tiempo, fuerzas, y cartas dedicadas a ello fue elevadísimo, y encima cada victoria le ponía en una situación más complicada que la anterior. Tanta victoria pírrica no sostenía estrategia alguna, sino una falta absoluta de la misma.
Curiosamente la foto también recoge el momento en el que Rf. estuvo realmente más cerca de ganar, de nuevo por un despiste mío. El ejército sueco ha retornado al tablero tras ser aniquilado. Justo por los pelos tenía un general a alcance suficiente como para quitarle en 4 turnos un objetivo (Malchin) antes de que conquistase los 5 necesarios para ganar. En este turno y el siguiente estaba preocupado de que el general francés más al este se fuese a por este general mío y lo retrasase lo suficiente como para lograr la victoria con Suecia. La pieza sueca había intentado ayudar a los franceses contra Hannover, pero a Rf. no se le ocurrió darle la vuelta a este concepto y ayudar a los suecos con los franceses. ¡Eso si que hubiera sido una jugada genial!. El general francés fue hacía el sur y yo respire aliviado.
También en esta foto se ve como Will ha colocado una torre triple austríaca en una frontera de diamantes-tréboles en Silesia. Naturalmente, aproveche la ocasión para atacarle y gastarle unos 20-30 puntos de diamantes con los tréboles que tenía en la mano. Eso aniquilo casi todas sus posibilidades de ganarme. Hasta ese punto el palo que más abundaba en mi mano eran las picas, y no los diamantes. Aún así Will no cejó en su empeño y continuó atacándome repetidas veces en Silesia y Sajonia en diamantes. Llegó incluso a cercarme. Le rechazaba cada vez con terribles pérdidas, pero volvía una y otra vez. Hacía el final mi mano de diamantes se estaba reduciendo de manera notable y me empezaba a preocupar un poco aunque sabía que la partida podía acabar en cualquier momento.
Rf entraría con Francia varias veces en el área de corazones de Magdeburgo. Para nada. Él tenía superioridad en tropas (16 puntos) pero yo tenía ahí 2 generales con 9 puntos, y estaba gastando todos mis corazones y todas mis picas contra sus corazones mermados en 60 puntos. En este momento yo no estaba jugando de manera óptima, gastando cartas a porrillo para retrasar a Rf uno o dos espacios. Pero francamente daba igual. Ni jugando mal podía perder. Que Rf. me diese lecciones de táctica de estos últimos turnos me parecía una sandez después de los tremendos errores de juicio que le habían costado la partida por un margen tan claro.
Por falta de tiempo dejamos la partida en el turno 21, momento en el que Francia se retiraba de la guerra. La partida hubiera durado hasta el turno 23, con el abandono de Suecia.
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No seguí la otra partida que estaba teniendo lugar aquella tarde al mismo tiempo que la mía. Tampoco tome fotos de ella. Lo que cuento aquí es un resumen de lo que me han escrito Ringard y C_M sobre la misma. JM se quedo con Prusia, Ringard repitió como Austria. C_M comenzó controlando Francia y Rusia hasta que llego Freddy para tomar el control de Rusia en el tercer turno.Hasta entonces los 4 generales rusos se había repartido en dos grupos de dos, como es habitual. Dos avanzaban sobre Prusia Oriental, y los otros sobre Pomerania. Freddy no sabe nada de convencionalismos. Al cambiar de jugador los 4 rusos se concentraron sobre Prusia Oriental, dónde tardaron muchos turnos y gastaron muchas cartas para conquistar ese área y reducir al solitario prusiano que allí se encontraba. JM también se desgastó mucho en cartas en esa defensa, lo que contribuiría a su temprana debacle mucho más de lo que lo hizo una reducción de subsidios alrededor del turno 10. Posiblemente hubiera debido contentarse con haber distraido a todos los rusos durante unos pocos turnos y economizar cartas.
Ringard se dedico a conciencia a gastarle a Prusia cartas de su mano. No tardó en organizar una pila triple de tropas que iba embistiendo turno por turno al prusiano que pillase cerca. JM no pudo o no supo esquivar esta torre de ejércitos, cediendo algún objetivo en el proceso, y hacía pequeñas retiradas que le mantenían en el tablero pero le estaban saliendo muy costosas.
Contra Francia las cosas andaban mejor. Confiando en la debilidad de la mano de Hannover, C_M lanzó a todas sus fuerzas a un ataque simultáneo de los azulclaro. Jugó a por todas y como la mano de Hannover resultó ser más fuerte de lo que se esperaba sufrió una severa derrota que le costó varios objetivos.
A pesar de todo, la resistencia de Prusia cedía por el constante declive de sus recursos. Hacía el turno 13 Rusia, Francia, y el Imperio se encontraban a punto de ganar. La victoria era al final para Ringard con el Imperio, mientras que a C_M se quedaba a falta de Diepholz para ganar, aunque intentase tomarla en el último turno.