domingo, 28 de junio de 2015

CAFE 2015

El 19 de junio por la tarde se reunieron en el Albergue San Fermin de Madrid un total de 12 jugadores de 5 nacionalidades diferentes para disputar la tercera edición del Campeonato Abierto de Friedrich de España. Entre ellos destacaba una vez más el propio diseñador del juego, Richard Sivel. Las rondas clasificatorias supusieron 12 partidas en 4 rondas de 3 partidas cada una, jugándose la última el domingo 21 por la mañana.

La organización de este campeonato ha estado bajo mi responsabilidad, por lo que en el resumen de las partidas que sigue soy un mero narrador. 

En la mencionada tarde del 19 se jugo la primera tanda de partidas:

Partida #1. En esta mesa el debutante Wolfie comenzaba su torneo como Federico, consiguiendo mantenerse en el tablero durante 12 rondas hasta que la victoria fue para R., quien repite del año pasado y que jugaba con Austria. A pesar de no sufrir recortes de subsidios, Prusia aceptó demasiados combates en demasiados frentes, a menudo en desventaja numérica. Aún así, en su debut Wolfie consiguió ser el prusiano con mayor aguante de la tarde.

Partida #2. Elisabeth nos dejó en el turno 6 en esta partida. Que a pesar de ello Prusia aguantase únicamente hasta el turno 11 demuestra una vez más que un jugador no depende únicamente de las cartas del destino, sino también de su habilidad. Ringard se llevó esta partida para Francia. Presionó con sus 3 generales contra Magdeburgo de cabeza y dejando detrás un general hannoveriano que después fue eliminado.
Partida #2. Francia y Prusia luchan su última batalla por Magdeburgo. Al final fue Ringard quien tenía más corazones.
Partida #3. "¡Esta es una mesa de final!" protestó con razón Andrew al saber que le tocaba jugar como Prusia contra Sivel, Anton, y C_M. Todos ellos campeones y/o finalistas de ediciones anteriores. La desmoralización ante el nivel probado de sus adversarios fue probablemente la causa principal para el colapso prusiano tras 9 turnos, al que parece que el abandono de Suecia en el turno 6 no afectó. Ya para el turno 4 Andrew había decidido hacer su defensa en el sector de picas de Silesia con una triple pila de tropas que, sin embargo, no tenía más que 17 puntos. Sajonia fue rápidamente ocupada y Anton se concentró en machacar sistemáticamente a los prusianos concentrando fuerzas superiores. Al irse quedando si cartas de picas en la mano se fue retirando paulatinamente hasta ser expulsado del último objetivo. La victoria fue para Anton con Austria.

El sábado 20 llegó el plato fuerte de la jornada, con  6 partidas en dos tandas de mañana y tarde.

Partida #4. Tras perder ante R. el día anterior, con esta partida llego el momento de la venganza de Wolfie. Prusia aguantó 13 turnos en esta partida, sufriendo una reducción de subsidios en el turno 8. Con un desgaste constante de cartas, R. fue cediendo terreno de manera igual en todas partes a la espera de que alguno de los aliados terminase abandonando la guerra. Para cuando Francia conquistó Magdeburgo al cercar y destruir una pieza prusiana, Rusia y Austria se hallaban también a una sola ronda de ganar también.
Partida #4. Justo antes de acabar la partida en derrota, Prusia esta acorralada por todas partes por sus enemigos.
Partida #5. Con Sivel al timón de Prusia no había de que hablar. Su dominio fue total. Dejó una defensa débil en Silesia y se concentró contra Austria. Apilo a los hannoverianos en Magdeburgo con su tren de suministros cubierto al este. Inicialmente sólo Rusia parecía estar empujando a los prusianos hacía Berlin, conquistando todos sus objetivos tras de sí. El manotazo prusiano llegó en el turno 8, cuando cercó y destruyó 34 puntos de tropas rusas y austríacas en dos cercos simultáneos. Tras eso a los adversarios de Federico les quedaron muy pocas ganas de volver al ruedo, y los turnos que siguieron hasta terminar la partida en el 22 fueron un paseo para el diseñador del juego.
Partida #5. Dos cercos simultáneos de rusos y prusianos dirimen prácticamente el resultado de la partida.
Partida #6. C_M tenía como prusiano en esta partida un trío de buenos jugadores, pero consiguió sortear la prueba terminando la partida - y el tiempo en su reloj - en 23 turnos. Ciertamente la marcha de Francia - dirigida por Anton - en el turno 8 fue una ayuda importante que permitió a Prusia contraatacar contra Austria en corazones. Rusia fue detenida durante largo tiempo en Prusia Oriental por un general prusiano asentado en Soldau. Tras lo cual se demoró aún más en atacar en el área de Kammin.

Partida #7. Con un final emocionante en el que Austria - llevada por Andrew - estuvo muy cerca de ganar, Bjorn consiguió la primera victoria con Prusia de toda su vida tras 21 turnos. Prusia llevó rápidamente un apilamiento triple a Sajonia. En el oeste Francia sufría graves derrotas que le obligaron a recomprar sus 20 puntos de tropas. También parece que Rusia fue contenida por falta de cartas de tréboles en esta partida.

Partida #8. Con Anton en el trono prusiano la victoria de los azules es casi segura. Y esta partida no fue una excepción, con un dominio tan grande de la situación que incluso Austria - llevada por el novato Wolfie - se vio empujada a la defensa. Francia abandono en el turno 10 y Rusia - liderada por Sivel - quedó tan bloqueada por una defensa de Prusia Oriental desde Soldau que envió a un general a Silesia a la desesperada para intentar desbloquear la situación. Este tipo de intervenciones suelen ser muy molestas para el prusiano, pero aparentemente Anton no tuvo inconveniente en sortear la amenaza y llevarse el triunfo al cabar el turno 21.

Partida #9. La única derrota prusiana de la tarde del 20 la sufrió Mark tras 17 turnos en los que aguantó frente a un destino aciago, con un recorte de subsidios en el turno 8 y una zarina empeñada en aguantar vivita y coleando hasta la el turno 16. Si bien los rusos de Ringard habían avanzado con gran presteza al inicio de la partida, se quedaron parados en seco en el área de corazones en torno a Küstrin, donde Mark decidió hacer su última defensa. Del desgaste sufrido por las luchas constantes y la tenacidad de sus enemigos se benefició R., quien se llevó la victoria con Francia.

El domingo 21 por la mañana dio comienzo la última ronda de partidas, que era determinante en muchos casos para determinar quien iba a acceder a la final.

Partida #10. En esta mesa Prusia, dirigida por Ringard, se enfrentaba a un triplete de ases con Anton como Rusia, Richard como Austria, y Mark como Francia. Cuando Ringard lleva a Federico, la partida es a menudo larga y muy disputada. ¡No así esta vez!. La situación comenzó pronto a irse de las manos para el prusiano, que llevo a cabo algunas medidas extraordinarias - como ḷlevar un hannoveriano a Sajonia - para contener la situación. La muerte de la zarina en el turno 6 no redujo el peligro para el bando azul, y en el turno 10 Francia se llevaba la victoria.

Partida #11. Esta partida duró hasta pasadas las 4 de la tarde. Friki llevaba a Prusia y junto con R. - con Rusia - y C_M - con Austria -, los tres se jugaban el acceso a la final en esta partida mientras que Andrew se quedaba fuera de esta carrera a tres bandas. La zarina dejaba el juego en el turno 10, y Francia lo hacía en el turno 14. Entre ambos eventos caía una reducción de subsidios a Prusia. Austria dedicó mucho tiempo a limpiar Silesia, llegando a perseguir a los prusianos hasta Polonia, antes de poder volverse hacia Sajonia donde C_M hizo intentos desesperados para romper la defensa prusiana. En ello estaba cuando salió el evento que permite a Prusia y Austria intercambiar cartas. Prusia robó la única reserva que C_M mantenía en su mano en un momento decisivo, y dejó prácticamente zanjada la partida derrotando a los asaltantes austríacos.

Partida #12. JM optó por una opción ofensiva para forzar una partida breve. Consiguió este objetivo - la partida duró 9 turnos - pero no la victoria. La ofensiva se detuvo en el turno 7 por una reducción de subsidios y tras conquistar sólo 3 objetivos de 14. Pero para entonces la defensa prusiana estaba bastante desestabilizada. A Rusia se le olvidó guarecer Prusia Oriental y en consecuencia se levantaron dos objetivos de los que había conquistado allí. A pesar de este alivio, JM no pudo evitar que Bjorn ganase la partida con Francia.

Tras esta última partida el propio Bjorn era el primer clasificado para la final y quien tenía la primera opción de escoger bando. Prefirió quedarse con Austria y ello dejo a Prusia en manos de Anton, que es seguramente el mejor jugador con Prusia que hay en todo el planeta. Mark se quedó con Rusia en la primera final que a la que llegaba, y C_M - el eterno finalista - se quedaba con Francia.


Una vez más fue una partida larga de 23 turnos y 6 horas de duración. Esta vez los Poemas y Lord Bute salieron en los turnos 6 y 8, y recortaron las cartas por turno de Prusia de 7 a 4. Rusia se fue en el turno 16 y Suecia en el 17. Anton sudo tinta china y estuvo contra las cuerdas durante la mayor parte del tiempo, pero siempre encontró una forma de salir del apuro y continuar en el ajo. Para más inri, a los aliados se les acabo el reloj pronto, cuando a Prusia le quedaba media hora. Entonces empezaron a cometer errores mientras que Anton se tomaba su tiempo para meditar cada jugada.
En el este Rusia tardó, en mi opinión, demasiado en comenzar a atacar. No empezó hasta la ronda 5 ó 6. Eso sí, una vez empezó el desgaste a Prusia fue bastante persistente. Se luchó sobre todo en el área de Kammin (en tréboles, al noreste de Berlin). Después de forzar al ruso a una retirada tras un combate en tréboles, la pieza P7 siempre se refugiaba detrás de una frontera de corazones o de picas. Mark tardó un rato en traer adelante un tren de suministros que bloquease una de las salidas del cuadrante. Para cuando lo consiguió creo que ya no le quedaban más escapatorias al prusiano. Y entones llega la zarina y se muere. Suecia siempre estuvo más o menos controlada.
En la zona de Austria hubo un buen comienzo con ataques en el turno 2 ó 3 en los que Bjorn encontró el punto débil de Prusia en Sajonia, que Anton abandonó aunque pudiendo colar un general y un tren de suministros en Bohemia. En Silesia Bjorn decidió entrar por el extremo oriental, que yo consideró una mala ruta por varias razones. Los prusianos P4 y P5 estaban allí asentados con 15 tropas. La distribución austríaca no era buena (tenía allí 17 tropas en tres generales) y tardo un tiempo valioso en hacer un "cambio de guardia" con dos generales austríacos entre Sajonia y Silesia. Cuando finalmente lo hizo atacó casi todos los turnos 21 contra 15. Llegado un momento juraría que Anton tuvo que jugar su última carta válida para diamantes - una reserva - y tuvo suerte de que a Austria también se le hubieran acabado los diamantes. Aún así Anton tuvo que cambiar de táctica y empezar a separar a sus generales para defender objetivos mediante "tijeras" y demás "tácticas de guerrillas". Más al este Anton mantenía a sus generales sobre el tablero y a distancia de los austríacos y del imperio, gracias sobre todo a ese tren de suministros de Bohemia. Así, si el imperio conquistaba objetivos en el norte el prusiano se los quitaba por el sur, y si iba por el sur a retomarlos, otro prusiano llegaba por el norte a dar por culo. Tras morir la zarina Bjorn hizó un intento desesperado que acabo con una retirada de 9 u 11 puntos y tres austríacos muertos de inanición en Polonia.
C_M dio el todo por el todo siendo el que menos opciones tenía. Al final parecía decidido a evitar a cualquier precio que Anton se llevase otra final. Comenzó bien con una buena zurra al hannoveriano en picas en el turno 3. Anton se decidió a defender con Prusia en picas. Alex se concentro en Prusia y siguió atacandola. Hannover se había asentado en el área de Minden, y pude ver que en su mano tenían un 13, dos 12s, y un 11 de corazones entre otras cartas. Tras una retirada de 5 puntos frente a Prusia a Alex le cercaron 2 generales con los hannoverianos y se los destruyeron. Después de eso volvió a la carga pero decidido a ayudar a ganar al Imperio. Eso es algo que siempre hemos animado a hacer, pero lo cierto es que si el prusiano es un poco hábil se las puede apañar para que el samaritano se interponga entre el auxiliado y su victoria. Como os podéis imaginar, Anton hizo justo eso. Aún así, el Imperio estuvo cerca de ganar.

Una partida muy interesante y emocionante hasta las rondas 20-21. No puedo decir que nadie le regalase la victoria al alemán. Esta vez se la llevó merecidísimamente haciendo gala de una habilidad suprema.

¡Enhorabuena a Anton por su segundo CAFE 15 consecutivo y muchas gracias también al resto de participantes!

martes, 16 de junio de 2015

Así si

Hace más de un año hice una reseña del juego Study in Emerald en la que ese exitoso lanzamiento de Martin Wallace no quedaba muy bien parado. 

Para ir al grano. El juego falla sobre todo en los componentes. El texto de muchas cartas es tan pequeño que es casi invisible, las conexiones de los espacios en el mapa no son discernibles con claridad a primera vista, y las fichas que representan a los jugadores son tan iguales entre sí que inducen a confusión, como reconoce alguno de los propios fans del juego.

Y entonces, hace poco, me tropecé con que está en proyecto lanzar una segunda edición de este mismo juego, y ví esto:

Y esto:

Y esto:

Y también esto:

No entiendo muy bien como interpretar el nuevo tablero, por lo que no me atrevo a sacar una opinión acerca del mismo. Pero para mi es indudable que en las cartas ha habido una importante mejora en su utilidad como elemento de juego. Se agranda el tamaño de fuente y, al menos en las imágenes que ofrece la editorial en su página del juego, soy capaz de leer el texto de las cartas en la pantalla de mi portátil.

Aún pendiente de ver que van a hacer con las fichas del juego - el otro problema que he indicado - las mejoras con las cartas son tan importantes como para reevaluar SiE. O más bien, está segunda edición.

Como juego, SiE sigue sin convencerme demasiado. Por mucho que mejore la presentación del juego sigue siendo casi imposible determinar quien va ganando y cuando, lo cual resta sentido - en términos de juego - a las decisiones de los jugadores. ¿Para qué hacer esto o aquello si desconozco si me acerca a la victoria y cuanto?. El mecanismo de construcciones de mazo del juego no termina de arrancar. Las nuevas cartas que se van añadiendo al mazo son tan poco potentes que apenas sirven para generar un motor que incremente la potencia de cada turno del jugador conforme avanza la partida. Hacia el final de la partida el jugador apenas puede hacer un número mucho mayor de acciones que al comienzo de la partida.

Para mí eso condena a SiE como juego de mesa, pero no como "juego de experiencia" o tal vez incluso de "rol de tablero". A pesar de que sus mecánicas no funcionen bien del todo vale la pena jugarse por la experiencia y la historia que reconstruye. Lo mismo me ha pasado con juegos como el "Talismán", que tampoco es una maravilla de mecánicas. Son juegos que juegas porque te divierten las acciones que puedes hacer en ellos. Lo de menos son los mecanismos, el equilibrio del juego o quien gana.

En ese sentido, la primera edición de SiE fue un juego interesante que estaba echado a perder por su espantosa maquetación que estorbaba antes que ayudar. La nueva maquetación parece que resuelve muchos de los problemas de la primera edición. Yo no soy muy partidario de "puntuar" juegos, pero para que en esta ocasión os hagáis una idea, si la segunda edición resuelve los tres problemas de maquetado que he dicho SiE pasaría de una puntuación de 3 ó 4 a 6 ó 7 en una escala de 10. Lo que equivale pasar de un juego cuya presencia en la mesa me causa dolor a un "bien, ¿por qué no jugarlo?".

No estoy rompiendo una lanza en favor de la calidad artística de la segunda edición frente a la primera, porque el criterio artístico es enteramente subjetivo. Lo que si estoy defendiendo es al maquetado de la edición como el mejor - por lo que he podido ver - por su funcionalidad, y eso es un criterio objetivo y que no admite discusión.

Sobre lo que quiero llamar la atención tanto con esta entrada como con mi primera reseña del SiE es que el diseño gráfico de un juego ha de armonizarse con sus mecanismos. Ello requiere que el diseñador se implique directamente con la dimensión artística y visual del juego y no se límite a delegar en unos artistas gráficos de cierto renombre renunciando a supervisarlos. Hace falta cierta unidad en el conjunto que nunca ha de perderse de vista. Es responsabilidad del diseñador. Cuando dicha unidad no está presente, tenemos estropicios como la primera edición de SiE.

domingo, 7 de junio de 2015

Partidos imperfectos

Hace un año hubiera sido difícil imaginarse un resultado de las elecciones municipales y autonómicas de 2015 como el que ha tenido lugar hace dos semanas. La dificultad en imaginarse el escenario actual se incrementa si nos vamos más atrás en el tiempo. Durante mucho tiempo el predominio de dos partidos - el bipartidismo - ha sido la imagen que la política española nos trasladaba cuando nos tomábamos cinco minutos para contemplar su panorama.

Ese predominio estaba fundamentado en la idea del "voto útil" por el cual no votar a uno de los dos partidos principales equivalía a votar al otro. Si querías castigar al PSOE votabas al PP, y viceversa si el que se portaba mal era el PP.

Con nuestro sistema electoral que favorece a los partidos grandes, está idea no estaba exenta de razón. A un nivel nacional que a menudo se veía reproducido en las comunidades y los ayuntamientos, los votos a terceros partidos terminaban subrepresentados por un número bastante pequeño de escaños. Ahora vemos esto de manera negativa, como un menoscabo a la "democracia real". Pero desde las primeras elecciones la falta de representación de los partidos menores era un sacrificio necesario en aras de tener gobiernos "estables y fuertes".

La razón para que el status quo de 3 decenios se haya roto hay que encontrarla en que el predominio bipartidista ha sido empleado no para crear gobiernos estables y fuertes, sino precisamente para debilitar y desestabilizar el ayuntamiento/comunidad/país con abusos de poder que se han traducido en decisiones más o menos catastróficas que todos pagamos para beneficio de unos pocos.

Aunque todavía hay una parte muy importante de los votantes españoles que aparentemente creen en la retórica del bipartidismo y de la estabilidad del gobierno, otra parte muy importante del electorado se ha hartado de la misma música de siempre, y aún más cuando no cuadraba para nada con la realidad que tenían ante sus ojos.

Estas personas han votado a partidos más o menos nuevos. La novedad, empero, no está en los partidos a los que han entregado su voto sino la noción de que entregaban su voto de manera más o menos consciente a partidos que sabían que no podrían tener mayorías absolutas. La función de los nuevos partidos no es la formación de gobiernos fuertes con mayorías absolutas que resulten en gobiernos fuertes y estables, sino en la formación de gobiernos de coalición en los que cada partido coaligado fiscalice lo que hacen sus socios. 

Lo que ha cambiado en la forma de pensar de muchos españoles - más que una cuestión de ideología - es la idea que un gobierno en mayoría tiene un coste demasiado elevado en estabilidad a través de los abusos que dicha mayoría permite.

Aún es pronto para saber si el nuevo concepto de política de los votantes españoles es mejor que el bipartidismo que reemplaza, lo único seguro es que al menos lo parece. Tampoco se puede saber ahora cuanto tiempo permanecerá esta situación con 4 partidos de presencia relevante.

El poder no sólo corrompe, sino que también desgasta. Ahora que los 2 nuevos partidos - Podemos y Ciudadanos - van a formar coaliciones y/o gobiernos, ha llegado para ellos la prueba final que determinará su durabilidad. Dependen de su resistencia a la corrupción y el desgaste que el poder invariablemente produce cuando entras en un gobierno y algo termina saliendo mal, lo cual sucede siempre por muy bueno que sea el gobernante. Nadie es perfecto.

Podemos parece haber sido una creación pactada entre activistas varios y miembros de partidos de izquierda de toda la vida que han tomado las riendas de esas agrupaciones de activistas y voluntarios. Su mayor fuerza reside en la gran cantidad de descontentos y desamparados del régimen - seguimos teniendo 5 millones de parados, y no parece que a corto plazo vaya a reducirse su número -. 

Debilidades tienen varias. Por un lado, y al menos a nivel local, sus programas han sido constituidos como una "lista de la compra" consensuada entre diferentes agrupaciones, lo que a menudo quiere decir que carecen de coherencia interna. Algunas de las propuestas se tendrán que dejar caer de manera inmediata. Lo que necesita Podemos para no desgastarse demasiado por está vía es conseguir sacar adelante "iniciativas estratégicas" (la idea la he sacado de este libro) que tienen un impacto máximo a través de una intervención y gasto mínimos, al tiempo que encauzan la discusión sobre las mismas en términos más favorables a su aprobación. 

En la derecha estas iniciativas están muy consolidadas. Un ejemplo de las mismas eran las reducciones de impuestos que se estaban anunciando a diestro y siniestro durante la campaña electoral reciente. Esperanza Aguirre, por ejemplo, prometía recortar un 50% del IBI. Lo que nunca dicen es como se va a cubrir el déficit resultante. Esto es porque la forma de corregir el desajuste por el recorte de ingresos es la reducción de servicios sociales de diversa índole, lo cual es el objetivo final de la medida. Para la derecha lo mejor de las propuestas de reducción de impuestos es que consiguen que incluso los candidatos de izquierda terminen haciéndolas para intentar ganar las elecciones, y que una vez hechas las reducciones de impuestos es muy difícil anularlas porque nadie se atreve a pagar el precio político que ello conlleva.

Así que para sobrevivir a los siguientes cuatro años Podemos tiene que lograr tener un impacto real y positivo en las vidas de muchos de sus votantes con medidas sociales efectivas, y no los proyectos de chichinabo que tanto han servido para caricaturizar a la izquierda. La campaña mediática que augura un horizonte de campos ardiendo y ahorcados en las encrucijadas está más destinada a aquellos que no votan a Podemos, que a los mismos podemistas. Estos esperan cambios efectivos en sus vidas. Si no los ven, acabarán desencantados.
Victoria electoral de Podemos.
El ascenso de Ciudadanos ha sido el más reciente y por ello el más difícil de explicar para mí. ¿Por qué ellos y no UPyD?. La única explicación que puedo hallar es en su forma de hacer las cosas. Explicar un programa político de manera razonada y detallada con gráficos y diagramas es una novedad en este país. Casi nadie se toma la molestia porque se asume que aburrir a tus votantes con una exposición tan detallada es menos efectivo que las proclamaciones y las soflamas ideológicas, que es lo que hace un partido político normal. Tal vez sea que el cansancio de tanta ideología lo que ha llevado a un grupo nada pequeño de votantes a convertirse en el nicho de votantes para esta forma diferente de hacer política, y con ello a una forma diferente de hacer las cosas.

Mientras que Podemos reivindica una redistribución de rentas y costes de la crisis, Ciudadanos propone una mejora en la gestión de los recursos públicos. Su fortaleza presente y futura reside en la capacidad de PP y PSOE de seguir gestionando mal esos recursos. Entre sus debilidades la principal tal vez sea su rápido crecimiento en los últimos meses. Mientras que Podemos ha tenido más tiempo y una base de activistas, voluntarios y militantes más cuerdos o más chalados con la que alimentar la expansión de sus listas. Ciudadanos ha contado con sólo unos meses y - careciendo de cuerpo ideológico - habrá tenido que aceptar en sus listas a gente de lo más variopinto, algunos de los cuales incluso pueden ser poco fiables.

Como partido que no ha manifestado una intención explícita de gobernar, para sobrevivir Ciudadanos tiene que hacer valer los pactos que vaya a concertar para formar gobiernos a cambio de medidas que se traduzcan en una alteración sustancial de la forma de hacer las cosas. Son las iniciativas estratégicas de antes, sólo que con otro nombre. Para PP y PSOE esto es especialmente peliagudo, porque aunque siempre se han mostrado dispuestos a aprobar medidas concretas para satisfacer algún socio menor en una coalición, siempre han determinado la forma de gestión de las mismas y de todo lo demás, y con ello el poder real de qué se hacía y cuándo. Si Ciudadanos vende su apoyo a cambio de medidas más o menos irrelevantes se verá identificado con su socio de gobierno y de aquí a cuatro años verá esfumarse la reserva de votos que han obtenido ahora.

Más arriba decía que el poder desgasta. Lo que más desgasta al PSOE a nivel nacional es el poder que detenta a nivel regional en su último bastión: Andalucía. Tras perder millón y medio de votos en las elecciones de 2011 de esa comunidad uno podría pensar que habrían aprendido la lección y comenzarían a hacer las cosas de forma diferente. Pero no. En los últimos 4 años hemos visto como continuaba la pantomima de la corrupción y los burdos intentos de taparla en una región de España que tiene las tasas de desempleo más elevadas del país y que, tras decenios de trasvases de ayudas desde otras regiones y desde la Unión Europea aún sigue siendo relativamente subdesarrollada. El peso que el PSOE de Andalucía tiene en el partido a nivel nacional es malo para éste fuera de allí. Si los andaluces quieren seguir apoyando ese modelo de gobierno. Bien para ellos. Pero no creo que despierte pasiones en el resto del país.

Las buenas noticias para el PSOE son que parece haber detenido su caída y que todavía se mantiene como segunda fuerza en muchos parlamentos regionales y ayuntamientos. Los pactos con Podemos pueden facilitarles un lavado de cara. La entrada de podemistas en cargos ejecutivos en ayuntamientos y comunidades puede desgastarles políticamente en los cuatro años siguientes. Si esto es así, en torno a 2019 podemos asistir a un resurgir del PSOE. No es un panorama que me entusiasme, a la luz de su recorrido hasta ahora. En el PSOE son buenos a la hora de señalar problemas y fallos con los gobiernos de derecha, pero cuando finalmente llegan al gobierno resulta ser que por esta razón o por aquella no pueden cambiar nada de lo que antes estaba mal. No sé vosotros, pero yo, si quisiera que no cambiase nada votaría a los conservadores.

Hablando de los cuales. El tortazo que el PSOE se comió en 2011 la ha recibido ahora el PP en estas elecciones de 2015. Una vez más, el poder desgasta, y la caída se achaca a las medidas impopulares que el gobierno ha llevado a cabo durante la crisis. Pero eso sólo explica parte de la historia. En las comunidades dónde han estallado los casos de corrupción más sonoros - Baleares, Valencia, y Madrid - la pérdida en porcentaje de votos del PP ha sido el doble que en el resto.

A pesar de la debacle, es muy pronto para que las hordas bolivarianas canten victoria. Tal como alardeaban los líderes del PP, su partido continua siendo la fuerza más votada en la mayoría de ayuntamientos y regiones. Aún mantienen escaños y concejales con los que formar coaliciones y mantenerse en el gobierno. Lo más importante para el líder del PP Mariano Rajoy es que con las derrotas a nivel local se ha librado de algunos disidentes de su partido que han fracasado en las mismas. Naturalmente estoy hablando en particular de Esperanza Aguirre, ahora también conocida como la niña poseída de El Exorcista.
No hay mal que por bien no venga
Otros motivos varios por los cuales la derrota del PP no ha sido tan seria como parece pueden hallarse muy bien explicados en este artículo.

Aparte de los cuales, la estrategia de Mariano de esperar a ver que pasa es la más acertada. Lanzarse a correr angustiados e intentar llevar a cabo un cambio de liderazgo de aquí a las generales transmitiría una sensación de fragilidad y división interna que socavaría las bases de votantes que, de la manera tradicional, ven el PP como el emblema del gobierno estable y fuerte que he mencionado al comienzo de esta entrada y que se preside el altar de la política española desde 1978, e incluso antes.

Si hay algo en lo que tengo confianza es en la capacidad de Mariano de capear el temporal. En peores plazas ha toreado el hombre. No en vano perdió dos elecciones consecutivas frente a un Zapatero que tampoco es que fuese el colmo del liderazgo, y a pesar de eso ahí sigue. Si en algo puedo definir la política del PP en estos últimos 4 años es "esperar a ver que pasa, y entre tanto hacer lo menos posible".

La cuenta casi le está saliendo. Lo peor de la crisis económica ya pasó, porque en algún momento se acaban. El incremento de gasto público de cara a las elecciones ha estimulado el crecimiento de la economía, a pesar del monstruoso crecimiento de deuda que nos ocultan y de las protestas que ello ha generado en la Unión Europea, lo que también se ha velado. Y ahora el Banco Central Europeo tiene iniciado un programa de compra de deuda que tal vez (y sólo tal vez) le podrían sacar las castañas del fuego a cualquier gobierno que haya de aquí a 2020. Nada es mérito suyo, pero Rajoy igualmente se ha apresurado a ponerse las medallas.

También hay nubarrones en el horizonte que pueden enturbiar las cosas. La salida de Grecia del euro parece inminente. La alternativa parece ser darle un triunfo a Syriza. Lo primero desestabilizaría la moneda única europea dado que al darse un precedente de salida de un país de la moneda única, ya no habría tabus para expulsar a otros países como solución a los problemas generados por los flujos de capitales dentro del área del euro. Lo segundo podría fomentar el crecimiento de partidos similares a Syriza en otros países de la Unión Europea - entre ellos España - con cambios sustanciales en la política europea que no me atrevo a vaticinar.

lunes, 1 de junio de 2015

Friedrich en Mayo

Aquellos que lleven algún tiempo siguiendo este blog habrán notado que desde febrero no he escrito las acostumbradas entradas mensuales sobre nuestro club de Friedrich.

Ello se ha debido a la falta de éxito de las convocatorias de Marzo y Abril. Nunca hemos sido muchos, y por eso cuando circunstancias personales han coincidido con la convocatoria el éxito de la convocatoria ha sido bastante escaso. De hecho, uno de esas dos convocatorias se convirtió en el "Club Maria" porque solamente eramos 3 y jugamos 2 partidas - mañana y tarde - de Maria.

En Mayo eso ha cambiado. Lo achaco a la proximidad del Campeonato Abierto de Friedrich de España que ha animado a nuestro grupo a acelerar su entrenamiento, pero lo cierto es que no nos han faltado participantes en las partidas. Ha habido un total de 3 partidas y media en 2 convocatorias, más otra partida suelta. Y ante tal acumulación en tan poco tiempo no puedo menos que retomar la vieja costumbre y reseñarlas.

9 de Mayo.

Este sábado hicimos una convocatoria oficial del club y pudimos juntar suficientes personas para una partida por la mañana, y otra por la tarde.

La partida mañanera no llegó a finalizarse, así que cuenta como media partida. C_M se hizo con Prusia, yo con Austria. A mi diestra Flojich jugaba con Rusia y Suecia, y a mi siniestra JM jugaba con Francia.

Fiel a las tesis que predico, desde el principio me mostré muy agresivo con Austria. Lo que no contaba era que C_M es incluso más proclive a la agresión, por lo menos cuando juega en el papel del rey de Prusia. Ya en el 2º turno estaba trabando combate contra él. Seguí insistiendo para quitarle muchas cartas. Al final pagué caro mi atrevimiento cuando en el turno 5º C_M consiguió cercar y destruir dos generales austríacos en Sajonia, con unos 15 puntos en tropas.
Final del turno 4º. En Sajonia una torre de 2 generales austríacos se encuentra en zona de peligro, tras sufrir una retirada de 4 espacios en combate en Kamenz.
Final del turno 5º. En el centro se ve como Prusia ha cercado y destruido a la torre austríaca, cercándola con el tren de suministro y una torre propia. Más al este, ha logrado sorprender a otros dos generales austríacos desde corazones.
C_M no se contentó con esto. En los turno siguientes prosiguió la cacería de mis piezas sobre el tablero, adentrándose en el interior de Bohemia. Por desgracia para él, había pasado la oportunidad de lanzar una ofensiva, porque creo que hubiera podido conquistar todos los objetivos. A sabiendas de que el peligro que corría no era letal, acepté estos combates y derrotas con gusto, intentando gastar todas las cartas posibles de la mano prusiana en un intento de estimular la agresividad de mis aliados.

Esto funciono en el caso de Rusia, aunque no tardó en encajar una severa derrota en tréboles que le dio a C_M varios turnos de descanso. En el frente francés JM avanzaba cautelosamente sin dejar detrás suya un objetivo por conquistar, pero como el grueso de las fuerzas prusianas se hallaban atacando Austria, para el turno 7 ya estaba a tiro de Magdeburgo.
A estas alturas de la partida el acoso prusiano a Austria había acabado. Menos mal, porque creo que ninguna de mis piezas en el mapa contiene más de 2 tropas.

Porque varios turnos más tarde podía conquistar toda Silesia sin oposición ante la retirada prusiana de la zona.

Gracias a esta amenaza pude "liberar" Silesia de las garras prusianas. En principio, después de la tunda que había sufrido a C_M no le hubiera costado defender la región con los dos generales que tenía allí. E incluso con uno sólo. Pero para sorpresa mía y de Flojich dejó la zona sin defender llevándose esas dos piezas a través de Sajonia para detener el avance francés. Evidentemente, no se sentía demasiado confiado en el área de Magdeburgo, pero en 7 turnos (del 8 al 15) JM no realizó más que un único ataque contra los prusianos en esa zona. Eso sí, atacó a los hannoverianos repetidas veces y llegó a a expulsarlos en dirección a Suecia.

Suecia había abandonado la partida en el turno 6 ó 7. Pero Rusia había vuelto a la zona de Kammin con ganas de venganza. Creo que el ataque hubiera podido ser mejor llevado en la parte táctica, porque alguna pieza rusa más fue levantada del tablero, pero el desgaste de cartas de Prusia empezó a hacerse notar, y por ese flanco C_M parecía pasar por alguna dificultades.

Entretanto, yo me hacía con toda Silesia sin oposición, y de paso acumulaba unas cuantas cartas que me iban a ser útiles para el enfrentamiento final que preveía en Sajonia.
Situación en el momento de terminar la partida. Aún está todo por decidir.

Llegados a este punto tuvimos que interrumpir la partida y dejarla inconclusa. La estrategia ofensiva de C_M dio sus frutos en parte porque es tácticamente bastante hábil, y en parte por mis errores. Deje que me cazasen mis tropas con demasiada facilidad. Al terminar C_M estaba muy confiado en sí mismo, pero yo no estoy tan seguro de que la cosa hubiera podido acabar bien para él. Aún hubiera tenido que aguantar 5 turnos más. En el reloj le quedaban 20 minutos de tiempo, mientras que nosotros aún teníamos una hora. Terminada la partida hice recuento de las cartas de todos. En diamantes él y yo estábamos empatados a 93 puntos, con dos reservas para mí frente a 1 suya. En corazones - y a pesar que JM alegó que no tenía suficientes puntos del palo como para atacar más veces - Prusia tenía 95 puntos frente a 91 de Francia, y Francia tenía 3 reservas que le habían entrado en los últimos turnos.

La partida estaba aún por decidir, y en su fase más interesante.

Esa misma tarde si que jugamos una partida completa, conmigo como Prusia, V. como Austria, Flojich repitiendo en el papel de Rusia, y Ringard como Francia.

Esta partida acabo con triunfo para mí tras unos 21 turnos y con una reducción de subsidios en el turno 7. Afortunadamente para mí, la zarina pasó a mejor vida justo cuando me estaba quedando sin opciones ante los rusos, en torno al turno 10 u 11. Pero lo realmente decisivo fue que V. - el jugador menos experimentado de los cuatro que hacíamos mesa aquella tarde - no hizo suficiente presión a pesar de no jugar mal tampoco.

Al contrario que C_M, mi estrategia con Prusia en este juego es bastante pasiva. Me limito a evitar combate, retirarme lo justo posible, y ahorrar todas las cartas que pueda en mi mano. En esta partida únicamente me mostré agresivo con Rusia, y no tarde en arrepentirme de ello. Incluso si los jugadores son suficientemente habilidosos yo gano varios turnos de valioso tiempo. A menudo la situación que a menudo resulta es una en la que todos están a poco de lograr cada uno su victoria. Aunque paso unos momentos de apuro - y está partida no fue ninguna excepción - por lo general el que cada aliado esté tan cerca de ganar les disuade de apoyarse mutuamente, lo que si supondría para mí una derrota cierta.
Incluso con Rusia y Suecia fuera de la ecuación, Prusia se encuentra contra las cuerdas en Sajonia. Un general francés - rojo - se haya de camino al sur de Magdeburgo para hacer la visa más difícil la vida del pobre Federico.

Únicamente Ringard y sus franceses no tenían nada que hacer - es siempre muy fácil mantener a los franceses a raya - y ello le llevó en los turnos finales a internarse en Sajonia con un general que por poco me desgracia. Pero en esta ocasión, como en otras similares que he jugado, los aliados se dedicaron a estorbarse mutuamente entre sí. Pude sortear la crisis y terminar la partida con victoria.

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Al día siguiente Ringard y yo coincidimos con Friki - vigente campeón mundial de Friedrich - y Wolfie, un contendiente novato, para otra partida de lo mismo.

El azar me dejó con Francia, a Friki con Austria, a Ringard con Rusia. Wolfie se quedo con Prusia frente a tres jugadores avezados, una situación nada envidiable.

Aún así pudo aguantar una quincena de turnos. Hay que reconocer que le dimos mucha asistencia porque queríamos que aprendiese jugando, sino dudo que hubiera podido aguantar más de siete rondas. Rusia abandonó pronto la partida y ello le dió bastante respiro a nuestro novato.

Yo, por mi parte, avanzaba de manera metódica y lenta, buscando desgastar a Hannover hasta la impotencia antes de pasar a atacar a Prusia en Magdeburgo y Halberstadt. Tras bastantes accidentes con Francia en partidas previas, he optado por esta estrategia conservadora con las piezas rojas. Me sirvió para lograr el éxito en esta ocasión, a pesar de que al final estaba algo nervioso porque temía que en cualquier momento Francia abandonase el conflicto justo cuando estaba a punto de ganar.

Una partida algo extraña, con un prusiano medio dirigido y poco hábil que terminó desgastando su mano de cartas presentando cara en combates en todos los palos con poco orden aparente. No sé si incluir está victoria entre mis tantos, o dejarlo pasar porque antes que nada tuvimos que darle muchos consejos a Wolfie.

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Finalmente, el 30 de mayo disputamos otras dos partidas. En la de la mañana Repetí como Prusia frente a Ringard como Austria, C_M como Rusia, y JM como Francia. En lo que a combinaciones de contrincantes se refiere, me enfrentaba tal vez a lo más peligroso de nuestro grupo.

Repetí la estrategia que he descrito más arriba. Evitar combates, retener cartas, ganar tiempo y dejar que la situación en cada frente se vaya deteriorando poco a poco hasta que cada jugador está concentrado en su frente y ni piensa en ayudar a los demás.

En el total de cartas que robe tenía muchos corazones, una cantidad regular de diamantes y picas, y pocos tréboles. Afortunadamente, estos últimos eran de importes justos como para hacer retiradas por la mínima frente a Rusia durante muchos turnos. Tras limpiar Prusia Oriental, C_M dejó un objetivo sin tomar allí para no tener que dejar ninguna guarnición en ese lado del mapa y poder lanzar sus 4 generales sobre el resto de mis fuerzas.

Ringard demostró que ya había aprendido unas cuantas cosas acerca de mi estilo de juego, y logró impedir una maniobra clásica mía por la cual refuerzo con un general desde Silesia a Sajonia la defensa de esta última región. La cosa no me fue tan mal, porque fue el propio Ringard quien permitió que ese general luego escapase a Prusia Oriental en el momento justo en el que Rusia aniquilaba todas mis fuerzas más al oeste.

En cambio, Austria si que prestó apoyo a Francia, que desde bastante pronto se encontró pinzada por un triángulo defensivo. A pesar de eso la situación para mí no era nada holgada, pero en un momento clave que tenía a los austríacos dando por culo merodeando por Magdeburgo, JM alejó al general francés que tenía más cerca y eso me dio la vida.

Es posible que C_M intentase una victoria con Suecia desde el inicio, pero lo cierto es que el retorno prusiano a Prusia Oriental terminó prácticamente con cualquier esperanza de victoria rusa y ello le impulso a dedicar los 2 trenes y 4 generales rusos a apoyar a los suecos. Por poco no logra ganar la partida así, porque efectivamente Rusia abandono el juego antes que Suecia. Afortunadamente para mí, se dedicó más a cazar las piezas que resucitaban en Berlin antes que a intentar bloquear su acceso más al norte. Logre evitar la victoria sueca, aunque gaste muchas cartas y reservas en el proceso.

En Sajonia llevaba muchos turnos en un baile de retiradas constantes frente a Ringard. La cosa iba poniéndose cada vez peor para mí, con una reducción de subsidios en el turno 10 y otra en el 17. En valor neto creo que robe muchas menos cartas de diamantes que Ringard, llevaba varios turnos temiendo que Austria dejase de atacarme en superioridad con una pila de 3 generales y pasase a un ataque de desgaste comenzando en inferioridad y jugando sobre 0 hasta desgastarme de cartas. Pero Ringard parecía no decidirse y ello casi le cuesta la partida.

Fuera como fuese, Francia abandono la partida y JM heredó el mando del Imperio a falta de un objetivo - Torgau - para ganar. En un momento decisivo Ringard me gano un combate con una retirada que, si bien no le hacía ganar a él, le permitía decidir si era JM y Hildburghausen quienes se llevaban la victoria. Me dijo: "Sabes que si te retiras, pierdes la partida". Le respondí: "Eres tú quien decide si JM gana o no". Al final optó por no ayudar a su aliado y continuar la partida.

Su decisión se vio recompensada en el turno 21 con la victoria austríaca. La habilidad del propio Ringard y el desgaste que yo había sufrido ante un ruso longevo e implacable me perdieron la partida a falta de un turno más para ganar.

Soy consciente de jugar de manera bastante efectiva con Prusia. Hace unos meses eso me hubiera dado una victoria automática con los 3 contrincantes que tuve esa mañana del 30 de mayo. Sin embargo, a estas alturas ellos han mejorado su juego y se han acostumbrado a mi forma de jugar de tal forma que mi margen de victoria se ha reducido notablemente y dependo mucho más que antes de una buena tanda de cartas del destino.

Por la tarde JJ reemplazo a JM en el tablero. El azar había querido que me tocase Prusia otra vez. Aunque tenía todavía arrestos para ocupar de nuevo el trono prusiano, y más contra un austríaco novato como era JJ, sabía que mi estrategia iba a hacer que la partida durase mucho tiempo. La partida de la mañana ya había durado mucho tiempo y dado que estábamos en casa de Ringard no quería contribuir a quedarnos hasta las tantas abusando de su hospitalidad. Me quedé con Francia y dejaba Prusia a C_M. Ringard jugaba con Rusia.

Fiel a su estrategia que es la opuesta de la mía, C_M se lío a repartir yoyah desde el turno 2. En ese turno barrio al imperio en diamantes cerca de la frontera con Hannover, y yo aproveche para hacer lo propio con un su general prusiano asesino gastando más cartas de diamantes. Al turno siguiente el general hannoveriano Cumberland cae encima del infortunado francés y lo barre a su vez del mapa.

Alex había declarado la ofensiva en el turno 3 dejando a un lado la carta de valor 10 o mayor que dictaminan las reglas. Pero su ataque se quedó parado en seco en ese mismo turno cuando al atacar a JJ en corazones tuvo que acabar declarando que no tenía más cartas de ese palo. Aún así, se salvo por la parsimonia e inexperiencia de JJ, que llevaba años sin jugar a Friedrich y tardó en salir de su territorio para aprovecharse de la debilidad prusiana.

Ringard se lanzó a por todas, y todo fue lo que le hizo perder C_M en más de una ocasión, jugando las cartas justas que impedían que el ruso se retirase más o menos intacto. C_M es muy bueno haciendo eso, como pude comprobar en la primera de las partidas que he narrado en esta entrada.

Con Francia jugué con pies de plomo, en parte por mi derrota del turno 3 y en parte porque es la estrategia que ya he dicho prefiero con Francia tras muchos accidentes en las últimas partidas. Avanzar lentamente, desgastar a Hannover, para el final de la partida en el turno 15 me encontraba cerca de Halberstadt y Magdeburgo con dos generales. C_M defendía aquellas plazas desde picas, que yo había gastado en gran número contra Hannover. Pero aún mantenía mis opciones al final de la partida.

Rusia se fue de la partida relativamente pronto. Pero la derrota final prusiana le vino a C_M de manera un tanto inesperada. Como parte del reglamento de la ofensiva prusiana, mientras ésta se encuentre vigente Austria puede, a voluntad, colocar cuatro de sus banderas sobre el mapa siempre y cuando controle al menos un objetivo en Sajonia. Para el turno 15 JJ tenía conquistados 12 de 16 objetivos austríacos y al menos 1 de ellos en Sajonia, por lo que inmediatamente colocó los 4 marcadores que le faltaban y se proclamó vencedor a pesar de que los Prusianos estaban bastante bien asentados en el centro de Sajonia.
Situación al final de la partida. Austria acaba de colocar sus últimas 4 banderas por la regla de la ofensiva prusiana, sin tener que respetar la distancia de cobertura de los prusianos restantes sobre el tablero.

C_M lamentó haber lanzado la ofensiva, aunque sigue siendo partidario del juego agresivo con Prusia. JJ por su parte, se desempeñó bastante bien para ser muy novato. Tenía bastante timidez al inicio, pero llegado el momento decía "¡qué demonios!" y se lanzaba adelante. También se esforzaba visiblemente por calcular bien sus jugadas. Su capacidad de aprender sobre la marcha y su afán por ganar son loables y le distinguen por encima de otros jugadores tan poco experimentados como él. Promete.

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Nos encontramos en la recta final para el campeonato. Contamos con 12 participantes tanto nacionales como extranjeros, entre ellos el propio diseñador del juego. Del 19 al 21 de junio estos contrincantes se disputaran el trofeo con el busto de Federico el Grande. Si queréis más información, podéis encontrarla aquí.